domingo, abril 19, 2015

Política light y consagración del preservativo

La proliferación de candidatos por todo el país sólo se compara a la acumulación de alianzas electorales sin el menor contenido programático, que los partidos arman y desarman descartando -sin el menor pudor- ética, intenciones y propuestas que puedan, ya no “enamorar”, pero por lo menos motivar un poco a la ciudadanía.

Estos 20 últimos años han concluido por convencer a casi todos los argentinos de que en realidad se vote a quien se vote, existe un solo “modelo”: el del afano, la corrupción y la ineficiencia proposital. Ya casi nadie insiste en que el sistema no funciona, porque la cruel realidad se hace evidente: El sistema funciona perfectamente, y la idea es que siga funcionando de esa manera. La economía internacional necesita excluidos, y por lo tanto en lugar de industrialización son necesarios los “planes”, en lugar de trabajo en blanco, precarización y negreo y, para neutralizar protestas y descontento, estadísticas truchas que nieguen la inflación, la caída de reservas y la destrucción del futuro del país a través de una patria sojera que asegura el curro de hoy y garantiza el hambre de mañana.

En siglos anteriores y hasta 1980, el secreto fue mantener a los pueblos en la ignorancia, a través de la desinformación. La globalización, que estableció un sistema económico perverso determinando la función económica que cumpliría cada región del planeta, trajo también como contrapartida no deseada por el poder la masificación de los medios. Los periódicos, reductos cooptados -salvo honrosas excepciones- por los grandes grupos económicos, fueron superados en su labor de desinformar por las radios independientes de frecuencia modulada de corto alcance, la televisión de cable, internet, las redes sociales. Nada puede ahora ser ocultado.

Esta nueva realidad terminó también por modificar las reglas de juego de la política. El candidato ya no necesita “saber”. No es preciso que conozca de economía, de ciencias sociales, que sepa qué debe hacerse con los recursos naturales, con la industria, con el agro, cómo debe conducirse la política exterior. Para eso están los “asesores”, ejecutivos bien pagados que tampoco saben nada de todo eso, pero pueden indicarle al candidato qué color de saco debe ponerse para “dar buena imagen” en un reportaje donde nos explicará a todos que el país está para la mierda y que sólo con él podrá mejorar, aunque no diga cómo (y aunque nadie se atreva a preguntárselo, porque la mayor parte de los entrevistadores tampoco tienen la menor idea de nada).

Desde octubre de 2014 hasta hoy han surgido en el país más de 400 candidatos a distintos puestos de gobierno, desde presidentes a intendentes de pueblo. Este cronista no ha logrado encontrar una sola nota donde alguno de ellos proponga una idea novedosa y concreta (no vaguedades conceptuales o diagnósticos obsoletos) con miras al desarrollo de su ciudad, provincia o país. Pero lo increíble es que siguen siendo candidatos, y algunos crecen en las encuestas. ¿Por qué?

Una explicación posible es que el “progresismo” que nos han vendido, y que en realidad, -como diría Gramsci- es la aplicación de una economía de derecha explicada por intelectualoides de izquierda, ha logrado modificar en la sociedad la concepción de “lo deseable”. Lo principal, lo indiscutible es el “deseo de ser alguien”. Vieja aspiración norteamericana que en el Norte se traducía –como nos muestran las películas- en un pobre tipo que se consideraba triunfador cuando lograba instalar un almacén propio o adquirir su propio taxi, y que aquí hemos traducido en los 15 minutos de fama berreta de bailar por un sueño en televisión. Así, nuestros políticos han comprendido que pueden ser absolutamente nulos en economía, pero si novian con una mina que esté fuerte y esté dispuesta a ponerse en bolas, tienen garantizadas las tapas de las revistas y horas en los programas de TV más vistos. Nos damos el lujo de tener un candidato a gobernador de la provincia más importante del país que, según dicen, “ya está instalado en la opinión pública” porque se casó con una vedette, aunque nadie tiene la menor idea de lo que piensa hacer si lo eligen para conducir las vidas de trece millones de habitantes. Nada menos.

Economistas, funcionarios, senadores, diputados, intendentes y hasta un vicepresidente, han hecho y hacen gala de su capacidad para “enamorar” a los símbolos sexuales de nuestra intelectualmente paupérrima “inteligentzia” vernácula, señoritas que pasan de auto lujoso a departamento prestado sin solución de continuidad y que ni siquiera se avergüenzan de ello, sino que lo proclaman como si esos “noviazgos semidesnudos” constituyeran el logro mayor en la vida de una mujer argentina.

Esta “consagración del preservativo” como elemento constitutivo del éxito, intimida y desanima a todas aquellas personas que podrían de verdad colaborar en generar un proyecto de desarrollo y crecimiento para el país. Sus pensamientos, sus años de trabajo y estudio son relegados (cuando tienen suerte) a breves exposiciones en ignotos programas de cable a las 3 de la mañana, “porque aburren a la gente” y, al fin de cuentas, “esos temas no le interesan a nadie”. De esta manera, la mayor parte de la población no tiene la menor idea si debe o no impulsarse la minería en el país, si es posible sustituir las energías convencionales (léase gas o petróleo) con energía mareomotriz (¿y eso con qué se come?) como ya se está haciendo en Brasil; si el litio (del que somos el tercer productor mundial) se convertirá en los próximos 10 años en una fuente inmensa de riqueza. “Eso no le interesa a nadie”.

Lo que se ha impuesto es el “discurso del triunfo”. Tal como dijera hace años Eduardo Duhalde, expresidente argentino, “estamos condenados al éxito”. Y si eso es cierto ¿para qué preocuparnos? ¿Para qué debatir los temas que no le interesan a nadie si nuestros dirigentes los manejan tan exitosamente?

Pero no es cierto. Esos temas sí les interesan (y mucho) a todos aquellos que han creado y mantienen esta situación degradante. Los pocos que realmente cocinan el postre son los que se lo comen. Hemos llegado al punto en que, (otra vez) salvo honrosas excepciones, la mayoría de nuestros políticos no luchan por imponer ideas, porque no las tienen, y entonces se conforman con asegurar sus prebendas y sus noviazgos farandulescos. Y nuestras comunidades –para estar a tono- no defienden sus intereses sino su imaginario derecho a seguir bailando por un sueño que –de esta manera- jamás alcanzarán.


Enrique Gil Ibarra Puerto Madryn/13-04-2015

jueves, mayo 29, 2014

“La Patria es el otro” (Y tiene la culpa de todo)

La frasecita encomillada es el caballito de batalla del gurkakirchnerismo desde hace un tiempo, y ayer descubrí finalmente porqué, luego de varios meses de devanarme los sesos tratando de desentrañar su real significado. Pues me niego a aceptar que la capacidad de pensamiento abstracto de nuestra dirigencia política haya decaído hasta el nivel de la perogrullada en tan pocas décadas. Siempre tiendo a creer que la verdad es que mis limitaciones intelectuales me impiden comprender los ocultos significados ya que la práctica parecería demostrar que, si yo no soy ni Presidente, ni Ministro, ni Diputado, ni siquiera Concejal, es obvio que todos los que ostentan dichos cargos poseen algo de lo que yo carezco, y por supuesto la respuesta inmediata es “inteligencia”.

Recuerdo que una de mis profesoras de matemáticas me explicó que para comprender el secreto de los números era necesario el pensamiento abstracto. Y por ello mi descubrimiento de ayer contribuyó en gran medida a tranquilizarme. Resulta que desde la devaluación de enero me harté de escuchar a Kiccilof (nuestro “genial” ministro de Economía) adjudicando el incremento del valor del dólar a los especuladores de siempre, que boicotean despiadamente el accionar nacional y popular de nuestro progresista gobierno. Y ayer el Presidente de nuestro Banco Central, Juan Carlos Fábrega, afirmó, ante más de 300 empresarios, que en enero el Gobierno tomó la decisión de devaluar y que "La devaluación del 21 % de enero devolvió competitividad a los exportadores".

¡Carajo -me dije- si durante cuatro meses el ministro de Economía negó por todos los medios que la devaluación fuera programada y la echó la culpa a “los especuladores de siempre”, y ahora el Presidente del banco Central afirma en público que el Gobierno nacional programó dicha devaluación para promover exportaciones, estamos en el horno con papitas noisette. Alguno de los dos ha mentido, sin alternativa posible, y eso es un moco y no de pavo sino para los pavos (que venimos a ser nosotros).

De allí intenté un pequeño ejercicio de semiótica, que me permitió comprender el sentido de la frasecita “La patria es el otro”, pero para entender el significado debí –con mucho temor, lo confieso- recurrir a la semántica: como la patria es el otro (que no soy yo) y como lo que el otro piense me importa, pero no tanto como lo que yo pienso, puedo mantener una doctrina esquizoide que hace posible que mi discurso para el otro (que no soy yo), afecte solamente mi conducta externa, en tanto que mi discurso para mí (que sí soy yo), me haga sentir súper Nacional y Popular (que es lo que necesito para sentir que cumplo con la Patria (que tampoco soy yo, sino el otro, así que puedo hacer lo que se me canta y no me jode, porque igual los pavos no se dan cuenta de nada). Un razonamiento milagroso, que a mí jamás se me hubiera ocurrido (por eso no soy ni Presidente ni Ministro, claro).

Y en el camino de los milagros, es obligatorio reconocer que nuestro progresista Gobierno ha logrado uno que superó con creces las previsiones de Marx (no Daniel, exsecretario de Economía argentino, sino Carlos, el otro), de Engels y, por qué no agregarlo, también de Lenin. Estos tres últimos, en su análisis de la lucha de clases, preconizaron siempre un corte transversal entre la burguesía y el proletariado en el siglo XIX, que posteriormente los peronistas convertimos en “oligarquía trasnacional versus campo popular”, incluyendo a la “burguesía nacional” y a la pequeña burguesía en el campo popular. Cristina y sus geniales colaboradores han logrado el milagro imposible: establecer una lucha de clases con un corte vertical. Hoy, la totalidad de la oligarquía vernácula, una gigantesca porción de nuestra arribista burguesía, y un gran porcentaje de la clase trabajadora, enfrentan al gobierno contra otro sector similar que lo apoya, algunos de forma condicional, otros por beneficio innegable y las bases pequeño burguesas con una fe ingenua pero honesta, basada en la credulidad para con los medios oficialistas, en el viejo apotegma del “roban pero hacen” y en el absoluto desconocimiento de las matemáticas económicas que les permiten aceptar esa estupidez ya escuchada de “estamos mal pero vamos bien”.

En fin, el tema que me permito señalar de forma insolente es que mientras sigamos repitiendo perogrulladas como “la Patria es el otro”, oración aparentemente inclusiva y democrática y en verdad una imbecilidad antológica, continuaremos olvidando que la patria somos todos, y que el otro no tiene la culpa –ni el mérito- de lo que nos pasa.

sábado, mayo 10, 2014

Nuevo libro



Acabo de subir un PDF con un nuevo libro escrito en conjunto con mi hija Vicky y publicado el mes pasado (Abril/2014). Aquí mismo, en la columna a la derecha te lo podés bajar gratis.

jueves, octubre 17, 2013

Lealtad

Conquista de la patria enamorada
susurro agónico de un amor sin rumbo
suena en la historia su clamor profundo
y surge, brota, aúlla, la presencia odiada
del negro que las patas refrescaba
en una fuente oligárquica y señera
de los señores bien, que se quejaban
porque los “grasas” ensuciaban su bandera.

Llegaron desde el sur, desde el oeste,
desde las casas tristes y arrumbadas
de los barrios sin lujo y sin futuro.
Llegaron a mostrar su rostro oscuro
sus ropas pobres, su lenguaje humilde,
su ansia de vivir, su grito duro.

Vinieron persiguiendo una esperanza
abriendo un surco nuevo en el destino
regado con sudores y con sueños,
con derechos negados, con sonidos
que de tan olvidados eran ruidos.

Trajeron en sus manos una historia
que por primera vez dijo “presente”.
Convirtieron la plaza en sol ardiente
que se grabó en todas las memorias.

Y de la mano de los que comprendieron
renacidos, oscuros e insumisos,
entraron a la vida sin permiso
reclamando lo que siempre les debieron.

Forjaron de la nada tres banderas
las alzaron como dones merecidos.
De su flamear, que tantas manos sostuvieran
dan cuenta los millares de caídos.

Enrique Gil Ibarra

sábado, agosto 31, 2013

El peronismo huele sangre

Al igual que en los mares es el tiburón el asesino más poderoso y despiadado, en la Argentina nuevamente el peronismo insiste en demostrar a propios y extraños su implacable vocación de poder. En las PASO quedó claramente establecido que los seguidores del Movimiento Nacional Justicialista, enarbolemos una u otra bandera interna, reunimos casi el 80 por ciento de las voluntades ciudadanas.

Pero también, al igual que ocurre con el tiburón, esa vocación de poder implacable se manifestó claramente en el castigo que sufrió la estructura gobernante por parte de los sectores justicialistas claramente opositores, de aquellos que sin ser opositores nos lamentamos por una nueva oportunidad histórica perdida y –descartando cualquier pretensión de ingenuidad-, también de los supuestos aliados.

Once gobernadores asistieron a la cumbre en Corrientes. Luego de las obligadas declaraciones públicas “pour la galerie”, en las que todos reafirmaron como corresponde su “total apoyo” al Gobierno nacional, algunos periodistas creyeron vislumbrar atisbos de sonrisas cómplices en las caras de varios gobernadores, alegría inexplicable tomando en cuenta la reciente derrota en sus territorios.

Y es que luego de una década de sometimiento político que obligó a gobernadores e intendentes con años de conducir sus feudos – en algunos pocos casos hasta decentemente- a inclinar la cabeza y a humillarse frente a jovencitos cuya única habilidad y capacidad política es caerle simpáticos a la Presidenta, las elecciones que originalmente se pensaran para reafirmar la capacidad de acumulación del poder central terminaron demostrando que en la Argentina de hoy, el “bastón de mariscal” de Perón le queda grande a cualquiera que no sea el pueblo, que aprendió a usarlo muy bien para repartir garrotazos cuando lo desea.

Es así que estos gobernadores y dirigentes del interior, que suelen ser pacientes, callados y aparentemente humildes frente a sus pares de Buenos Aires y que se declaran públicamente “aliados fieles” y kirchneristas de la primera hora, son también los que en la primera hora después de la derrota del 11 de agosto, comenzaron a tejer para, en esta convocatoria de Corrientes, asegurarle a Scioli que estaban totalmente de acuerdo con su frase mágica de hace pocos días: hay que apoyar al Gobierno para que “termine lo mejor posible”, en una clara aceptación de un final anunciado.

Por supuesto que la mayor parte de las deserciones públicas se producirán luego de la debacle prevista para el 27 de octubre, en la que todos aquellos con un mínimo conocimiento político auguran como mínimo guarismos similares a los de agosto. Posiblemente los únicos que no comprenden esto todavía sean los chicos de “La Cámpora”, que durante estas semanas oscilaron entre un desánimo optimista repleto de invocaciones a “revertir los resultados”, un necio y ciego “ganamos porque somos la principal fuerza política” y un patético “el pueblo es desagradecido y no nos comprende”.

Se reveló nuevamente aquí otro “secreto a voces” de la permanencia del peronismo en la vida política del país: la militancia no consiste en ir a los actos de la Plaza de mayo a cantar cantitos. Esa es solamente la parte divertida. Tampoco consiste en repartir volantes, ni pegar carteles. Ese es el obligatorio trabajo electoral. “La Cámpora” descubrió –tarde y mal- que cuando los compañeros se dedican a admirarse el ombligo, suelen prestarle poca atención a los ombligos (y opiniones) de los demás, que son los que verdaderamente importan para alguien que pretenda ser militante. Quedó claro que en el enorme y diverso mar del peronismo, los compañeros de base de “La Campora”, en su inmensa mayoría leales, honestos y desinteresados, se han comportado en estos años como un cardumen de pececitos guiados al desastre por unos cuantos dirigentes/funcionarios con poco conocimiento de política y mucha ambición personal. Quedó claro también que su sistema de acumulación de cuadros es principalmente –salvo honrosísimas excepciones- un divertimento de clase media “progre”, sin sustento territorial donde realmente importa, que en ningún caso es la Capital Federal ni es suficiente el primer cordón del conurbano.

Mientras tanto, los verdaderos dueños del mar, los históricos tiburones del peronismo, los miraron jugar y esperaron.

El peronismo no se acabará con Cristina, así como no comenzó con Néstor. Los dirigentes son –siempre- coyunturas históricas, que surgen a partir de vacíos específicos en la construcción de poder de las clases sociales.

Lo que parece terminar –infelizmente- es esta etapa de la historia peronista que insistió en llamarse “kirchnerismo” y que durante los primeros años despertó en muchos de nosotros, aún criticando desaciertos gruesos, una leve esperanza de que una democracia bien conducida pudiera abrir el camino a una nueva realidad.

Porque cuando el poder hasta ayer concentrado del peronismo comienza a diluirse, cuando queda claro que en una década, por más “ganada” que se la quiera presentar, no se ha construido una organización basada realmente en el pueblo y “que venza al tiempo”, cuando los dirigentes inmerecidamente admirados y respetados hasta ayer se revelan como “mariscales de la derrota”, el mar peronista que mencionábamos empieza a heder a sangre y de las profundidades surgen los tiburones, hambrientos y feroces luego de años de humillante ostracismo, a reclamar su trozo de carne.

Enrique Gil Ibarra/Agosto 31-2013

lunes, agosto 12, 2013

Tonto y retonto

Vamos derecho al grano: Tonto es el señor (o señora) de clase media ¿viste? Que cree que todos los votos en contra que recibió el gobierno son de repudio a “la yegua montonera”. Retonto es el kirchnerista de clase media ¿viste? que cree que todos los votos en contra que recibió el gobierno son de apoyo a “la opo” “la corpo” y Magneto.

Pero perder el tiempo en ocuparse del primer caso es de idiotas. Porque son irrecuperables. Porque esa crítica por “derecha” lo único que esconde es una admiración sin límites por regímenes autoritarios que controlen a los “negros de mierda” que son insaciables y siempre quieren más.

El segundo caso si, es preocupante. Porque se trata de compañeros que, en la mayoría de los casos, descubrieron la militancia con Néstor Kirchner y, en otros casos, venían de una derrota que les quitó no sólo el sentido de pertenencia, sino la esperanza de futuro, y que han podido recobrarlo gracias a este gobierno que, sin dudas, constituyó una apertura a nuevas formas de ejercer la democracia después de años de nada.

Pero lo que ocurre es que no todos los que criticamos a este gobierno somos de “la opo” ni apoyamos a “la corpo”, ni a Macri, ni a Binner, ni a Cobos, ni a ninguno de la caterva de sátrapas oportunistas y seudo justicialistas que andan pululando desde hace tantos años por aquí.

Algunos, muchos, somos tipos que venimos del peronismo desde hace bastante, que hicimos de la militancia un modo de vida, y que desde el principio recibimos a este gobierno como un soplo fresco y oportuno que permitía soñar con abrir nuevamente caminos para la liberación del pueblo. Y que creímos sinceramente que se podía apoyar críticamente para “profundizar el modelo” (bah, para que fuera en serio nacional y popular, con todo lo que eso implica). Pero poco a poco, fuimos viendo que cada vez que decíamos “si, pero...”, nos empujaban un cachito más afuera del plato. Me explico:

a) ¿Cómo no apoyar la política de Derechos Humanos? Si fueron años de exigir “Juicio y Castigo”, de gritar “Ni olvido ni perdón”? Pero teniendo claro que eso puede cerrar el pasado, pero no soluciona el futuro.
b) Apoyo la Asignación Universal por Hijo, qué duda cabe. Pero la apoyo porque hay pobreza y me gustaría que no la hubiera.
c) Apoyo los planes sociales ¿qué duda cabe? Pero los apoyo porque no hay pleno empleo, y me gustaría que no fueran necesarios. ¿Se entiende?
d) Apoyo la recuperación de YPF, por supuesto, pero me indigna que ahora se la asocie con Chevron cuando hace sólo unos años Chevron formaba parte del “enemigo corporativo”, y por un “monto de inversión” (1.200 millones de dólares en cinco años) que solamente un imbécil puede pensar que significa una inversión importante para el país.
e) No puedo apoyar que en un gobierno que afirma ser “nacional y popular”, después de 10 años todavía estemos discutiendo si se va a gravar o no la renta financiera, y me asombra que algunos compañeros consideren que el sólo hecho de discutirlo es elogiable.
f) ¿Cómo no apoyar la recuperación de nuestra línea aérea de bandera? Pero no puedo hablar de “nacionalización” si siguen estando en manos privadas el 49% de sus acciones. Y tampoco me gusta que los importantes “militantes nacionales y populares” que la conducen cobren sueldos superiores a 150.000 pesos mensuales. De igual manera que no me gusta que el tipo que maneja la AFIP que nos controla a todos (y estoy a favor del control) cobre 350.000 pesos por mes y no pague impuesto a las ganancias porque los funcionarios de la AFIP están exentos como si fueran jueces.

¿Hacen falta más ejemplos? En resumen: que la diferencia que mantengo con el kirchnerista Retonto es que él ve estas medidas paliativas como si fueran reales conquistas sociales, y los avances (ciertos y concretos) que se han logrado con respecto al pasado como si fueran la revolución en marcha, y defiende todo ciegamente porque, claro, para él la revolución es esta democracia pequeña, y cree que “esto” es la Justicia social por la que peleamos tantos años.
Y yo (con tantos otros compañeros) las vemos como medidas acertadas en una situación de emergencia y para empezar, pero después de 10 años y tomando en cuenta el enorme apoyo popular con que contó el gobierno de Néstor y luego el de Cristina, creemos que hubiera dado para generar de verdad estructuras de cambio, que no se han creado. Y de esa ineficiencia nos hacemos responsables, por supuesto. Porque no podemos echarle la culpa a Cristina, que dijo claramente que no es socialista ni revolucionaria. Ni podemos echarle tampoco el fardo al kirchnerista Retonto, porque no tuvo ni tiene elementos para comprender que una democracia “progre” no tiene nada que ver con el Che Guevara, ni con la Cuba de Fidel, ni con la lucha de los Montoneros.

Pero por lo menos, en un día como hoy, pocas horas después de que el Frente para la Victoria fuera superado en votos en 11 provincias, el kirchnerista Retonto debería poder evaluar que algo se está haciendo mal y que los votantes decidieron señalarlo, en lugar de suponer que el pueblo es boludo y se equivoca.

Enrique Gil Ibarra/agosto 12 del 2013

jueves, agosto 08, 2013

Lo urgente y lo importante

Toda ciudad tiene una historia. Normalmente, está constituida por miles de historias menores, personales, que cada uno de sus habitantes fue diseñando a través de los años. Algunas minúsculas, comunes la mayoría de ellas. Otras un poco más grandes, más destacadas, las de aquellos escasos hombres y mujeres que, preocupados por su presente y por el futuro, fueron reconociendo las carencias e imaginando las soluciones necesarias, las que marcaban su época y las que surgirían en las vidas de sus hijos.

Mientras la generalidad de las personas ponen sus ojos y su atención en las demandas urgentes de la vida diaria, esos otros raros individuos, tal vez con una integración más amplia con su comunidad y sus prójimos, dedican también parte de su atención a lo que hoy no se ve, pero será evidente mañana. “La esencia del genio – decía un pensador alemán- es descubrir lo que falta”.

Los argentinos decimos de nosotros mismos que somos capaces de arreglar todo con alambre. Y lo cierto es que en muchos países del mundo la creatividad argentina es valorada – quizás en demasía- y eso ha quedado comprobado por nuestros compatriotas en sucesivos y no deseados exilios. Pero esa creatividad supuesta nos ha generado una soberbia que a lo largo de los años derivó en inconsistencia de objetivos e inconstancia para concretar los fines que nos proponemos. En general, nuestra historia demuestra que abrimos rumbos, empezamos caminos que luego prosiguen otros, tal vez menos brillantes, pero más consecuentes, más concienzudos.

Volviendo a las ciudades, que no son otra cosa que un reflejo distorsionado de sus naciones, ellas también sufren de la disociación mencionada. En todo pueblo existen aquellos ciudadanos que “descubren lo que falta” y proyectan el cambio necesario, lo elaboran, lo plantean e impulsan entre sus vecinos y amigos, y merced a ese empuje y decisión el proyecto crece y parece estar a un paso de su realización. Y de pronto, por alguna razón desconocida, la motivación se va diluyendo, se desvanece en el tiempo, y la idea brillante, que sin duda modificaría la realidad futura, muere olvidada por todos.

Haciendo un pequeño esfuerzo de memoria, seguramente cada uno de nosotros puede hallar en la vida de sus pueblos natales –y hasta de sus familias- ejemplos que verifican esto.

Y aquí viene a cuento lo expresado más arriba sobre la inconstancia. De alguna manera, aquellos pocos individuos brillantes que son capaces de pensar el futuro de sus comunidades, también adolecen de un defecto primordial: ellos ven el bosque, complejo y diverso, pero no pueden mantener su atención en un simple árbol. Saltan así de idea en idea, de proyecto en proyecto, y olvidan que, sin ellos y su empuje, los que los rodean volverán a ocuparse del árbol, de la urgencia diaria.

Y la moraleja que toda historia debe tener, es por supuesto que las ciudades y pueblos que crecen y se desarrollan coherentemente, son aquellas en las que todos sus habitantes logran una sinergia solidaria, y pueden compartir sus objetivos resignando en parte sus individualidades e intereses, para aportar al éxito del conjunto. De esta forma, muchos aprenderán que es posible elevar la mirada hacia otros horizontes más lejanos, y algunos pocos comprenderán también que para sus hermanos menos favorecidos lo urgente siempre es importante.

Enrique Gil Ibarra/Agosto 2013

lunes, mayo 27, 2013

Sobre la "década ganada"

Digo: indiscutiblemente hay muchas (pero muchas) cosas que han sido bien hechas en estos años. Sería necio negarlo, y ningún peronista puede oponerse a la renacionalización de YPF, a quitarle el negociado a las AFJP, al subsidio universal por hijo, a la recuperación del haber de los jubilados, la defensa de los derechos humanos, el juicio a los genocidas, y tantas otras medidas que deben ser aplaudidas sin reservas.

Y sin embargo...me hacen ruido otras cosas. ¿Seré un pelotudo? ¿Me habré vuelto gorila después de tantos años de peronismo revolucionario? A lo mejor resulté un idiota utópico que siempre pide más, y más (Mi hermano me diría "si, si, es eso"). Pero el ruido me molesta, y no puedo evitarlo.

¿Avanzamos hacia una revolución peronista? ¿Y qué sería entonces esta revolución peronista? ¿Impulsar a las multinacionales hacia un "capitalismo humano"? ¿Es posible una revolución peronista sin Socialismo Nacional? Pero Cristina dijo claramente que ella no es socialista ni lo quiere ser... Entonces ya no es una revolución lo que buscamos, sino un poco más de Justicia Social.

¿Y puede medirse la Justicia Social? Un "poco más" de justicia ¿es Justicia? Y entonces me pregunto: ¿y a todos estos pibes que estaban tan felices ayer ¿les basta con eso? ¿Es ese el tope de sus fantasías, de sus utopías? Porque, digo, miraba ayer a algunos de los funcionarios de primera línea, sonrientes y orgullosos, sacándose fotos con los compañeros y pensaba: "Este hace 6 años era un tipo que acusaba como capital 30.000 pesos. Hoy, declara más de 1.000.000. ¿Cómo lo hizo?"

¿Es realmente necesario ostentar mansiones, departamentos en Puerto Madero, campos y autos de alta gama? Perdón, pero yo sigo creyendo -como Quino- que en ningún país del mundo se puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás. Que ningún funcionario, por más exitoso que sea en su profesión, puede hacer millones sin guardarse los vueltos. ¿Eso no debe preocuparnos?

Digo: Sólo un tonto podría decir que antes no había cometas y corruptos. Pero en un gobierno de Macri, o de De la Rúa, yo doy por hecho que habrá corruptos. ¿Pero en un gobierno peronista? ¿debemos justificarlos hoy porque los hubo ayer?

A ver: coincido en que Lanata es un mal bicho, que la corrupción le importa un carajo, y que solo la denuncia porque le conviene a Clarín. Saquémoslo a un costado. Hagamos de cuenta que no existe.

Digo: ¿es imaginación mía cuando veo ministros con camionetas importadas de cien mil dólares y mansiones enormes? Los escucho hablar de peronismo, de Chávez, hasta del Che, y me digo: "carajo, en otras épocas a éste sátrapa lo hubiera mandado fusilar".

Y pienso: "a lo mejor soy un idiota de verdad, y sin que yo lo sepa todos esos pibes están generando una estructura de poder que en pocos años va a dar vuelta todo esto". Pero veo también a sus dirigentes: algunos (demasiados) ocupan cargos con sueldos de cincuenta, setenta, cien mil pesos mensuales. ¿Esos dirigentes van a liderar la revolución peronista? ¿Esos funcionarios con millones en el banco van a socializar su plata malhabida en un futuro cercano?

Veo a pibes saltando y cantando contentos. Y está bien: ahora pueden creer que hay un futuro. Pero también escucho hoy a un tontito de éstos que ocupan una secretaría de Presidencia: "la gente ve que ahora hay trabajo, que hasta se puede comprar un autito..." ¿Eso es lo que queremos como país? ¿Ese es todo nuestro "Proyecto Nacional y Popular"?

¿Será cierto entonces que ese Peronismo crudo, negro, intransigente y bruto (a mucha honra) que yo conocía e integraba se ha convertido en este "justicialismo" lavadito e informe? Nadie puede negar que estamos muchísimo mejor que hace diez años. ¿Década ganada? Si, está bien.

Pero sigo creyendo que hay algunos más ganadores que otros. Y el ruido me aturde. Debo estar viejo.


jueves, marzo 28, 2013

RECUPERANDO LA HISTORIA – JUAN ”PIPI” BERTELLI


TACO RALO 1968

A esta altura de la vida, escribo esto porque que yo me recuerde los que sabiamos la verdadera historia de la “compra” del campo en que instalariamos nuestro campamento eramos Cacho ( El kadri) , Amanda (Peralta) y yo. Y sólo quedo yo en vida, así que es hora de sacar a relucier la verdad de la milanesa.

Juan nació allá por 1926, en Graneros, provincia de Tucumán. Como muchos otros argentinos, su padre y madre eran de descendencia italiana. Tuvo 4 hermanos.

Pipi Bertelli quedó, hasta ahora en nuestra historia, como la persona que vendió el campo donde el Destacamento 17 de octubre de las FAP sería detenido en aquel septiembre de 1968.

Por esas cosas de la vida pude entrar en contacto con su familia hace muy poco, ya que él murio en lo que casi hubiera sido un aniversario de Taco Ralo (murió el 18 de septiembre de 1970). En un accidente. En el cual, como siempre marcó su historia, daría su propia vida para salvar la vida de una de sus hijas.
Por eso me enteré de que hasta su familia tenía una versión falsa de la historia.

Porque es hora de rehacer la historia: Pipi nunca “vendió” su campo. Yo fuí el que con el nombre de Carlos Sabino le “compro” el campo. Era en aquel entonces uno de los responsables del Dto. 17 de octubre.
Pipi fué un COMPAÑERO que nos cedió su campo, sabiendo para qué sería usado. Y sin recibir un peso. También colaboraría durante el tiempo que estuvimos allí para abastecernos de las cosas necesarias (alimentos, básicamente).
La historia de la venta, realizada con todas las formalidades –incluyendo el escribano- se hizo para evitar que llegado el caso (que por desgracia llegó muy pronto) se supiera que uso se le daba al campo. Y así fué, luego de nuestra detención Pipi tambien fué detenido por algunos meses, hasta que se “comprobó” que sólo habia vendido el campo. Y salió en libertad.

En algún momento de su vida Pipi estavo encargado del almacen de ramos generales de la familia, viviendo en Lamadrid, pcia. de Tucuman. Estaba casado con Marta, maestra. A raiz de los cual puedieron vivir dignamente en una de las casa que el peronismo construyó para la gente que trabajaba educando a nuestros niños. Tuvo 3 hijos y por fines del los 60 vivía en Simoca. Mas adelante se dedicaría a la compra/venta de caballos.
“Desaparece” misteriosamente por tiempo de su casa en aquel 1968. Volverá luego de unos meses, sin comentar nada. Pipi era una gran persona, tanto su familia como sus amigos confiaban el él, así que nunca insistieron mucho en saber que habia pasado en esos meses. Habia estado “de viaje”.

Cacho el Kadri era quien lo conocía entonces. Y como muchos otros tenía gran confianza en Pipi. De allí que se discuta la cuestión de instalarnos en su campo en Taco Ralo. Pipi fué informado de qué se trataba. Y estubo plenamente dispuesto a colaborar. Cuando discutimos la cosa, llegamos a la conclusión de que hariamos esta “compra”, en la cual yo –es decir en aquel entonces Carlos Sabino- sería el comprador.

Así conocí a Pipi. Con las vueltas de la vida pude enterarme que además de ser un compañero leal, era una persona muy hermosa. De esas personas que apreciaba la vida en su Tucumán, saliando a cazar (vizcachas y quirquichos, que por allá hay –o por lo menos habia- en aquellos viejos tiempos). Tambien disfrutaba de bañarse en las vertientes de aguas termales. Su familia y amigos lo consideraron siempre como una persona tranquila y muy afecta a su familia.
Aún así, llegado el momento, no dudó en ofrecer su colaboración y parte de sus pertenencias para coloborar con la naciente resistencia a la dictadura de Onganía.

El año pasado, valiosos compañeros, pusieron una placa en la plaza de Taco Ralo, recordando a aquellos que estuvieron allí pero que ya han dejado esta vida terrenal. Entre esos nombre falta uno: Juan (Pipi) Eugenio Bertelli
Porque Taco Ralo nunca hubiera sido lo que fué sin la participación de él
Espero poder distribuir este testimonio, para honrar su memoria. Para que pase a la historia como lo que fué: un compañero, apreciado y valioso compañero.

Göteborg, 2013-03-26

Nestor Verdinelli
Responsable militar del
Dto. 17 de octubre
FAP

lunes, enero 28, 2013

Murió Trici, combatiente montonera

"Casi nadie sabe quien fue Trici, y ya casi nadie lo sabrá.La Historia es así, no es para quejarse ni putear, solo asumirla. Cientos de miles de compañeros caídos heroicamente en cientos de lugares del mundo, en procesos donde se conocen los grandes hacedores y -lamentablemente- los grandes traidores. Hay que reconocer que Trici tampoco contribuía mucho a que la conocieran, era una tapada, una compañera bien de base, pero no por ello dejó de ser una aguerrida combatiente montonera".

Así lo expresa nuestro compañero "El Negro Soares" en esta sentida nota que evoca la vida y la lucha de Trici.

Fue legalmente Beatriz Meana, y clandestinamente la "Coca", sabe Dios porqué se hizo llamar así, era una tabla, ella se burlaba y se reía de si misma por eso, lo cierto es que de la otra Coca (la Sarli) no tenía nada.-
Para toda la Mar de Plata insurgente de los setenta era Trici, la enfermera, la del Barrio Juramento.-

Era una petiza flaquísima, huesuda, alimentada a mate y cigarrillos, no la recuerdo ni comiendo ni durmiendo, jamás dormía.-
Y jamás paraba, no era posible verla quieta.-
Fue fundadora de Montoneros en Mar del Plata, pero eso es poco decir, es casi no decir nada comparado con todo lo que fue e hizo en su vida de militante revolucionaria.-

Se podría decir que Montoneros nace en Mar del Plata con Trici.- No por su importancia en estructuras organizativas, sino por su colaboración para que las cosas ocurrieran.- Los cuadros importantes tuvieron que recurrir a ella para el armado de la Organización.-

En las clínicas donde trabajó se armaron las primeras reuniones, en la gran infraestructura propia que siempre conseguía, que sacaba inexplicablemente de la manga, se fue cocinando la estructura montonera que luego se extendió por toda la ciudad.-

Las primeras reuniones motorizadas por Quique Pecoraro y otros enormes cuadros como Oscar Degregorio "el Sordo Sergio" o el "Gordo Oscar" Chiocarello las armaron con Trici, para intentar encuadrarnos en Montoneros y en la difícil tarea de canalizar y disciplinar nuestra impaciencia adolecente.- Muchos de los mas duros combatientes que Mar del Plata ofrendó a la revolución socialista y que cayeron heroicamente en toda la Argentina eran un poco mas que niños cuando Trici trajinaba para conseguir la infraestructura que se le requería.-

Muchos dudamos y nos quedamos boquiabiertos cuando quien fuera después un gran Comandante, el "Sordo Sergio" nos planteó que al proyecto revolucionario de Montoneros "se entra de por vida".-

Era claro el Sordo, porque no se refería solo o exclusivamente a la Organización sino al "proyecto revolucionario", a la coherencia que debíamos tener en el resto de nuestras vidas para luchar por la Liberación Nacional y el Socialismo.-

Ella no dudó, no se extrañó, no se sorprendió ni se amilanó como hicimos algunos de nosotros, o al menos yo.- Era una obrera, una trabajadora, alguien que sentía el calor de la clase social a la que pertenecía, era impensable que dudara o se atemorizara.- Trici amaba, quería de verdad a la gente, eso la movilizaba.-

Y se cargó al hombro las peores tareas, abrió barrios y locales en las zonas mas marginadas y castigadas por la pobreza como eran Juramento o Termas Huinco en la zona del Martillo, en el sur marplatense.- Construyó los locales de la organización con chapas, cartones, maderas, y pisos de tierra.- Fundó salitas de primeros auxilios.- Organizó a los sectores mas rústicos de la Ciudad.-

Y paralelamente fue una militante montonera, con puntualidad suiza a las reuniones clandestinas, con entrega absoluta cuando se la requería.- Luego vino la Unidad con las FAR que también hacían su proceso para la misma época en Mar del Plata.-
Pinchó montones los culos tanto dando antitetánicas (obligatorias ante la posibilidad real de heridas de bala) como administrando todo tipo de medicamentos.-

Ahí anda todavía Trici con su botiquín corriendo en Ezeiza entre las balas de los sectores pro oligárquicos y pro imperialistas del Peronismo.- No durmió atendiendo compañeros durante el viaje de regreso.-
Jamás quiso que se supiera, ni dijo en cuantas operaciones militares participó como apoyo con toda su carga médica.-

El enemigo lo supo o lo dedujo, y apenas el Golpe del 76, fue secuestrada por el Ejército y sometida a las peores torturas imaginables.-
Unos días antes de su secuestro una patota del Ejército apareció en un bar donde varios compañeros estaban reunidos, hubo un intenso tiroteo y resultó muerto el Jefe del grupo atacante, un oficial que además era interrogador en el GADA 601 llamado Cativa Tolosa.- Todos los compañeros lograron salir de la emboscada, incluyendo Raúl Del Monte, el querido "Pájaro" (caído posteriormente vivo y trasladado a Mar del Plata para ser interrogado, hoy desaparecido).- Trici fue acusada en la tortura de haber curado las heridas del Pájaro en ese enfrentamiento.- También la acusaban de haber curado a Candela, una de las compañeras que ingresó con "Felipe", el comandante Arturo Lewinger a la comisaría 2da para rescatarme cuando fui detenido.-

Ella negaba todo, no les dio ni un solo dato durante los meses que estuvo detenida/desaparecida.-

La pasó muy mal, y se salvó de una muerte segura por una simple casualidad: años antes le salvó la vida a un niño al que internaron desfalleciente en la Clínica donde trabajaba.- El padre de ese niño resultó ser mucho después un importante General del Proceso, de modo que los médicos y dueños de la Clínica lo llamaron y le recordaron la deuda que el tipo tenía con Trici.-

Y así zafó y la liberaron, destruida y arrasada por las secuelas de la tortura que nunca se le fueron, pero zafó.- Nunca jamás se asumió como una ex prisionera, habló poco de su detención, odiaba que le tengan lástima, ni siquiera reclamó indemnización.-

Antes de poder despedirme y poder hablar bien con ella de la inminencia de su muerte, la vi en el acto en homenaje a los compañeros marplantenses asesinados por la CNU/tres A y la Policía, organizado por el querido Jorge Casale, hoy puntal en los juicios contra el CNU.- Eso fue en marzo del 2010.-

Era la misma Trici de siempre, altiva, inclaudicable, dura en sus apreciaciones, algo apenada y resentida porque no comulgaba con el Gobierno.- Ella y Eduardo González me dieron una de las mayores alegrías de mi vida: trajeron a los viejos compañeros y vecinos de los barrios que abrimos por 1972/73 que aparecieron portando una bandera hecha en una sábana vieja, como se hacía antes.- Trici y Eduardo jamás dejaron de volver una y otra vez a esos barrios y mantuvieron una estrecha relación personal con todos los compañeros.- Ella también era una piñon fijo, como lo seguimos siendo algunos, otra que no giraba, otra que se quedaba en el tiempo, otra que no "evolucionaba", se enorgullecía de "seguir siendo montonera", y se emocionó hasta las lágrimas cuando le presenté al viejo Jefe montonero que nos acompañó.-
Pude despedirme de ella, por suerte, estaba tranquila, orgullosa de sus sobrinos que eran -con su hermana- la única familia, hablamos mucho, no veía bien el actual proceso político, estaba preocupada pero con una confianza ilimitada en el Pueblo y la Clase obrera argentina.- Pasó revista a decenas de compañeros caídos, nombró a muchos, recordó que era una compañera de fe religiosa, siempre lo fue.- Tenía esperanzas en reunirse con algunos, en especial con el "Chino" Federico Celesia y con "Juanita" Estela Dorado, gran amiga de su militancia de toda la vida.- Murió el 22 de enero.-

Cargada de morfina, adormecida, volvía a esos días terribles de tortura.- Cuando nos saludamos y me levanté para irme, me dijo con un esfuerzo para intentar sonreír "querían saber si yo lo curé al Pájaro" "les dije una y otra vez que yo no lo curé, no se porque no me creían".-

Tranquila Trici querida, todos sabemos que no curaste al Pájaro Del Monte, tampoco curaste la mano de Candela, se habrán curado solos, después de todo, eran montoneros, igual que vos, esos milagros ocurrían en la guerra revolucionaria.-
Probablemente no haya homenajes altisonantes para vos compañera, quizás en otra Historia con otro relato, no con el actual.- Tu historia de vida no vende, tampoco tus sacrificios, pero no dudes que estás en el corazón y en la vida de muchos montoneros marplatenses y de todos aquellos que curaste y salvaste.-

Eduardo Soares (el Negro)
Enero 2013

lunes, enero 07, 2013

Ni "amo" ni "odio" a Cristina Kirchner. ¿Tendré una crisis de identidad?

Hace muchos años, en este mismo país que era otro, discutíamos con los compañeros las maneras de hacer la revolución nacional y social (en ese orden). Una de las cosas que teníamos bien clara en ese principio de los '70 era que ninguna revolución real, que se sustentara en el tiempo, podía basarse en la conducción de un individuo, por honesto y lúcido que fuera. Inclusive, en nuestra condición de peronistas, nos apoyábamos en la remanida frase de Perón "La Organización vence al tiempo".

Nuestra crítica al stalinismo soviético pasaba, entre otras muchas cosas (como por ejemplo la fantasía del socialismo en un solo país), por el "culto a la personalidad" que generaba inevitables desviaciones. Desde luego, nos permitimos precisamente ese error, que contribuyó a la derrota.

Dejando claro (una vez más) que considero este gobierno como el mejor que puede producir una democracia liberal y burguesa, me preocupa especialmente hoy la polarización irracional y estúpida entre los que odian a Cristina (independientemente de sus acciones) y los que aman a Cristina (independientemente de sus acciones). ¿Cómo es posible que personas que supuestamente persiguen objetivos tan diferentes se parezcan tanto en su falta de lógica y raciocinio?

Cristina ha dicho mil veces que no es revolucionaria y que su objetivo es un capitalismo humano (sea lo que fuere que signifique eso). Una postura tan tibia no justifica ni semejante odio ni tamaño amor.

Será entonces que a falta de un verdadero proyecto nacional y popular sustentable en el tiempo que sea peligroso en verdad para los intereses de nuestras clases dominantes, se le permite a la clase media argentina jugar a la revolución mientras no joda demasiado.

El odio de nuestra benemérita oligarquía vacuna sería así fingido, mientras sonríe por lo bajo. Y sólo sería real (dentro de lo ficticio de la coyuntura) el amor desorbitado que un sector de la generación intermedia sin proyecto necesita volcar en alguien que le otorgue sentido a una vida vacía. ¿Saldrá de ahí el culto a la personalidad?

miércoles, diciembre 12, 2012

El fin del mundo me infla los huevos

Con franqueza, estoy harto.

No puedo creer que tanta gente supuestamente inteligente haya comprado que se acaba el mundo porque tantos miles de imbéciles y aprovechados lo afirman alegremente. Y digo alegremente porque tuve oportunidad de observar en un programa de Discovery Channel a varios inescrupulosos contando cómo se están llenando de plata a costa de la credulidad e ignorancia de las gentes.

Uno afirma que él pasará por un portal galáctico (o algo así) y salvará al mundo. Por supuesto, pide contribuciones monetarias para solventar sus gastos, y las recibe, claro está. Otro ofrece bunkers para sobrevivir, pero se reserva la info sobre el lugar donde los construye, por "razones de seguridad", y hay idiotas que le pagan 70.000 dólares anticipados confiando en que el día antes el sujeto les dirá dónde tienen que refugiarse. Curiosamente, nadie se pregunta para qué el chabón les pide tantas lucas verdes si total el mundo se va a acabar y no va a tener cómo gastarlos. Otro vende por internet kits de supervivencia, y confiesa que le va bárbaro, y que de todas maneras, si el mundo no se acaba esta vez siempre va a venir otra fecha crítica en algunos años, así que su empresita tiene el futuro asegurado. Otros peores afirman muy sueltos de cuerpo que la Tierra va a dejar de girar y luego va a invertir su rotación y que esto va a producir un cambio espiritual en toda la humanidad ¡Y hay gente que repite este disparate como si fuera una verdad revelada! Claro, a nadie se le ocurre agarrar un libro serio y enterarse de qué sucedería si efectivamente la tierra detuviera su rotación unas horas. Ni hablar de girar al revés.

Claro, ya no es tan divertido cuando uno piensa en todos los pobres desesperados crédulos que, como cada vez que cinco locos anuncian el fin de los tiempos, eligen suicidarse, o vender todas sus posesiones, o regalarlas, y dejan a sus familias en la calle. Cada tantos años, por culpa de estos gurúes de medio tiempo, cientos de personas terminan muertas o en la miseria.

Como no creo en la censura, y sí en la libertad de expresión, defiendo el derecho de profetizar de cualquiera, aún de estos hijos de puta. Sin embargo, considero que alguien tiene que hacerse responsable de las consecuencias. Por consiguiente, propongo seriamente que el 22 de diciembre, cuando todos nos despertemos y comprobemos que el mundo no se acabó, que la tierra gira como siempre para el mismo lado, exijamos que estos profetas de tres al cuarto se suiciden ese mismo día. Mataremos así dos pájaros de un tiro: a) Sentaremos precedente para que en la próxima fecha capicúa todos los que tengan ganas de hablar boludeces lo piensen mejor y b) depuraremos un poco nuestro pobre planeta de vivillos y estafadores que hacen su agosto a costa de la ingenuidad de los demás.

Porque quizás sin ellos jodiéndonos la vida, sí podamos encarar un verdadero cambio de era espiritual.

sábado, diciembre 08, 2012

Chau, petiso, hasta la victoria

Ayer, 7 de diciembre, murió "el petiso" Amorín. Tenía 66 años. Miembro fundador de los "protomontoneros", junto al "negro" Sabino Navarro y el "pinguli" Hobert, combatiente de los mejores y amigo.

Así lo recuerda mi hermano:

Auténtico exponente de la militancia juvenil asumió su compromiso a mediados de los años sesenta, en una época en que los cuadros peronistas no se iniciaban
en la política soñando con ocupar un cargo; como solía decir el petiso José, “en aquel tiempo, si solamente caíamos presos nos dábamos por satisfechos”. Fue siempre fiel a sus ideales. Luchó por la alegría, y concibió la vida como una entrega solidaria y plena. Así vivió y así lo recordarán sus familiares y sus amigos y compañeros.

Y estas palabras son de Ernesto Jauretche:

EL LEJANO OESTE ESTÁ DE LUTO

Un típico petizo: arrogante, autosuficiente, audaz; de los que tienen que demostrar día a día su superioridad; un peronista de buen trapío; en fin, un incorregible, como los que van al matadero cantando.

No tenía nada que perder, salvo su rozagante dignidad. Y acabó su existencia en la felicidad de su última apuesta de vida: amor de hembra joven, olor a alfalfa, pampa, cielo y caballo. En Punta Indio lo vamos a extrañar.

Murió el asaltante de diligencias sin oro, el vengador de causas descamisadas, el ideólogo de la ilusión, el gozozo del olor a pólvora, el entregado -sin remuneración ni reconocimiento. El negro Sabino Navarro, su jefe y maestro, allá en la estanca donde lo está esperando, lo recibirá como corresponde: cantando la marcha peronista; a su lado, Pinguli tamborilleará el ritmo con los dedos.

En sus etapas de subordinación orgánica, fue el conductor de una armada brancaleone en camisón y en pata; eran los pre-montos que improvisaban sus primeras temeridades. Médico que hizo honor como pocos al juramento hipocrático, ejercía en el páramo de la clandestinidad, mientras planeaba inverosímiles operetas en un desvencijado consultorio improvisado. Por su insubordinación fue a parar al lejano oeste; se destacó como el vaquero esmirriado de gatillo certero capaz de conquistar al más reacio con un discurso torrencial.

MURIÓ JOSE AMORIN, y con él otro vestigio de una estirpe: la de los optimistas de toda la vida, los ganadores, los que no se rinden, LOS INVENCIBLES. Los que vivirán para siempre en el cementerio de la memoria.

Pepe montonero querido
Hasta la victoria

Ernesto Jauretche
7 de diciembre de 2013

sábado, noviembre 17, 2012

Clase media argentina "estocolmizada"

En el síndrome de Estocolmo, los secuestrados desarrollan un sentimiento afectivo-dependiente con sus secuestradores.

Pensaba en la similitud que existe con importantes sectores de la clase media argentina, que han sido maltratados, expoliados, estafados y denigrados una y otra vez durante décadas por las clases dominantes (fuerzas armadas, oligarquía ganadera, empresariado multinacional, sistema financiero, etc), y sin embargo continúan defendiendo intereses que no les son propios, acumulación de capitales en la que no participan y negocios ajenos en los que no obtienen ganancias.

Son víctimas sin duda alguna de un prolongado secuestro de la inteligencia y de la capacidad de raciocinio.

Dicen los que saben que, pasado un cierto lapso, el secuestrado no tiene retorno psicológico posible.

Nota al pie: Como algunos conocidos han tomado el comentario al revés, es necesario aclarar que, aún sin ser kirchnerista y por consiguiente crítico de este gobierno, sin dudar lo considero como el mejor que desde hace muchos años ha podido producir una democracia liberal burguesa. Me refiero en el texto a aquellos, incluyendo -a mi pesar- muchos compañeros, que han elegido alinearse con las fuerzas de la reacción pro Clarín en lugar de defender y profundizar lo poco que tenemos (que no es otra cosa que lo que nos dio el cuero para conseguir, claro)

lunes, octubre 22, 2012

Fidel Castro está agonizando


Por Fidel Castro

Bastó un mensaje a los graduados del primer curso del Instituto de Ciencias Médicas "Victoria de Girón", para que el gallinero de propaganda imperialista se alborotara y las agencias informativas se lanzaran voraces tras la mentira. No solo eso, sino que en sus despachos cablegráficos le añadieron al paciente las más insólitas estupideces.
El periódico ABC de España, publicó que un médico venezolano que radica no se sabe donde, reveló que Castro había sufrido una embolia masiva en la arteria cerebral derecha, "puedo decir que no vamos a volverlo a ver públicamente". El presunto médico, que si lo es abandonaría primero a sus propios compatriotas, calificó el estado de salud de Castro como "muy cercano al estado neurovegetal".
Aunque muchas personas en el mundo son engañadas por los órganos de información, casi todos en manos de los privilegiados y ricos, que publican estas estupideces, los pueblos creen cada vez menos en ellas. A nadie le gusta que lo engañen; hasta el más incorregible mentiroso, espera que le digan la verdad. Todo el mundo creyó, en abril de 1961, las noticias publicadas por las agencias cablegráficas acerca de que los invasores mercenarios de Girón o Bahía de Cochinos, como se le quiera llamar, estaban llegando a La Habana, cuando en realidad algunos de ellos trataban infructuosamente de llegar en botes a las naves de guerra yankis que los escoltaban.
Los pueblos aprenden y la resistencia crece frente a las crisis del capitalismo que se repiten cada vez con mayor frecuencia; ninguna mentira, represión o nuevas armas, podrán impedir el derrumbe de un sistema de producción crecientemente desigual e injusto.
Hace pocos días, muy próximo al 50 aniversario de la "Crisis de Octubre", las agencias señalaron a tres culpables: Kennedy, recién llegado a la jefatura del imperio, Jruschov y Castro. Cuba nada tuvo que ver con el arma nuclear, ni con la matanza innecesaria de Hiroshima y Nagasaki perpetrada por el presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, estableciendo la tiranía de las armas nucleares. Cuba defendía su derecho a la independencia y a la justicia social.
Cuando aceptamos la ayuda soviética en armas, petróleo, alimentos y otros recursos, fue para defendernos de los planes yankis de invadir nuestra Patria, sometida a una sucia y sangrienta guerra que ese país capitalista nos impuso desde los primeros meses, y costó miles de vidas y mutilados cubanos.
Cuando Jruschov nos propuso instalar proyectiles de alcance medio similares a los que Estados Unidos tenía en Turquía —más cerca todavía de la URSS que Cuba de Estados Unidos—, como una necesidad solidaria, Cuba no vaciló en acceder a tal riesgo. Nuestra conducta fue éticamente intachable. Nunca pediremos excusa a nadie por lo que hicimos. Lo cierto es que ha transcurrido medio siglo, y aún estamos aquí con la frente en alto.
Me gusta escribir y escribo; me gusta estudiar y estudio. Hay muchas tareas en el área de los conocimientos. Nunca las ciencias, por ejemplo, avanzaron a tan asombrosa velocidad.
Dejé de publicar Reflexiones porque ciertamente no es mi papel ocupar las páginas de nuestra prensa, consagrada a otras tareas que requiere el país.
¡Aves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es un dolor de cabeza. Como constancia de cuán mentirosos son, les obsequio las fotos que acompañan este artículo.

Fidel Castro Ruz
Octubre 21 de 2012