lunes, junio 16, 2008

Carta abierta (La tozudez no da para más)

Creo que es la primera vez que utilizo este formato (una “carta abierta”) de comunicación. Probablemente porque siempre evalué que sólo es un método lógico y práctico cuando lo usa una personalidad reconocida, cuya firma garantiza la lectura del tema que fuere y, por consiguiente, cumple con la finalidad esperada.
Lo empleo hoy porque me encuentro en una encrucijada informativa, donde la pulsión periodística de “comunicar” un pensamiento o una idea (sea o no válida) se ve superada por la urgencia de aportar algo al embrollo institucional en que nos hemos metido y del que, ciertamente, cada vez se hace más comprometido salir.

Ya no es conducente el debate sobre si “el campo” tiene o no derecho a la protesta. Igualmente es inútil el análisis acerca de la justicia o no de las retenciones. Y por supuesto también lo es la crítica sobre la torpeza del sistema utilizado por el gobierno para trasmitir su postura a la población.
Hemos llegado bastante más allá. Una medida económica coyuntural que a muchos nos pareció correcta, ha llevado al pueblo argentino a un nivel de enfrentamiento que logró unir a los sectores conservadores con grupos de izquierda, a reflotar conceptos que creíamos olvidados, a regenerar debates sobre la conveniencia o inconveniencia de la continuidad de un gobierno elegido democráticamente. La tozudez no da para más.

Lo real es que, según todas las evaluaciones, una abundante mayoría de los habitantes de nuestro país, (creo que equivocadamente) se oponen a esa medida, y están dispuestos a demostrar esa oposición. Lo cierto es que, aunque en mi criterio se conjugan aquí una errónea información y un desconocimiento del funcionamiento de la economía, se le ha sumado al conflicto un inteligente aprovechamiento por los medios periodísticos de la enorme ineficacia comunicacional por parte del gobierno, y de un discurso opositor que ha utilizado hábilmente el componente emocional del “chacarero indefenso” para favorecer subrepticiamente los intereses de la concentración capitalista y de la entrega de recursos.
Es cierto también que la estructura de la “inteligentzia” gubernamental se ha demostrado absolutamente incapaz de controlar el debate, de aportar alternativas contenedoras que lograran acercar a la comunidad algo de tranquilidad y certeza, elaborando un discurso racional, mesurado y coherente que estableciera un “rango” cualitativo táctico a una medida que, por inoperancia e incapacidad de varios funcionarios (incluida la presidenta) se ha transformado en una crisis estratégica de gobernabilidad.

Tal como augurábamos hace un par de meses, esa insolvencia para retomar el control político (que en el peronismo denominamos “capacidad de conducción”) ha impulsado el conflicto al límite de tolerancia de la sociedad: ha surgido ya la fatídica frase “si no pueden, que se vayan”. Pero lo grave es que no ha brotado solamente de los labios de mesiánicos “líderes” de la “oposición gorila”, sino de integrantes del pueblo, del “grupo de los pobres”, de aquellos que en el 2001 la pronunciaban con bronca, pero con esperanza, y que aplaudieron y apoyaron estos duros años durante los cuales nuestro país pareció retomar un camino, si no de justicia social e independencia económica como nos hubiera gustado, por lo menos de estabilidad y crecimiento.

Es patético observar a un gobierno que en sus primeros cuatro años se ganó partiendo de la nada el más importante nivel de apoyo popular después de Perón, desbarrancarse en seis meses por la incapacidad de sus dirigentes para presentar una opción superadora de una situación menor de conflicto. La pregunta es: ¿qué cambió? ¿La habilidad de negociación privada que demostró Néstor Kirchner durante su gobierno (diferenciándose de sus declamaciones públicas) se agotó? ¿Estamos frente a una reedición de la “maldición de los segundos gobiernos” que el imaginario popular carga sobre las espaldas del peronismo? ¿Es la necedad un virus recidivante que acecha a los dirigentes argentinos y los infecta solapadamente cada seis años?

Lo único que puedo asegurar en verdad es que este cronista de cuarta ya no entiende el problema. Pero estoy obligado a destacar que, si luego de décadas de ganarme el pan en este trabajo, parloteando sobre sociedad, política y economía, yo he dejado de comprenderlo, posiblemente –y pido humildemente disculpas por la soberbia- un gran porcentaje de mis compatriotas ya no lo comprenda tampoco. Y mi relativa experiencia en política me indica que, si una medida debe ser explicada una y otra vez sin convencer; si los medios periodísticos (como grupos de presión) se oponen y no logramos desarticular su accionar; si las fuerzas políticas de oposición ganan terreno gracias a nuestra incapacidad operativa; si importantes sectores populares que deberían apoyarnos se manifiestan en contra (aún equivocados); entonces, compañeros dirigentes, ha llegado la hora de abrir los ojos y cambiar de estrategia, porque la realidad indica que se están produciendo alguno (o todos) de tres fenómenos:

a) Somos inhábiles para comunicar lo que queremos y, por lo tanto, todos nuestros esfuerzos para imponer nuestro razonamiento serán inútiles.

b) No tenemos claro lo que queremos hacer y por lo tanto el pueblo argentino observa una incoherencia resbaladiza en nuestro accionar.

c) No insistimos en defender la medida por su importancia estratégica, sino por un ombliguismo necio que nos impide aceptar nuestras limitaciones ideológicas, al tiempo que nos induce a persistir en una actitud autista sin considerar que un gobierno que aspira a ser popular sólo puede serlo junto al pueblo.

Tal vez seria distinta la realidad de hoy si en lugar de un tembloroso, vacilante y jovencísimo Ministro de Economía, hubiera comunicado las medidas compensatorias una presidenta calmada, segura de sí, leyendo un discurso meditado y serio, sin exabruptos ni improvisaciones.

Tal vez hubiera podido compensarse la tarea disociadora de los gigantes periodísticos si, en lugar de cadenas nacionales, ocupaciones de plazas y actos espasmódicos, el Estado hubiera obligado a esos medios –contratación de espacios publicitarios mediante- a transmitir cinco, diez, quince veces por día a esa misma presidenta con papeles en la mano, explicando didácticamente la verdad de los números, con nombres y apellidos, sin responder cuestionamientos ni agresiones, pero sin evitar la denuncia de los intereses que se esconden tras la oposición política organizada.

Tal vez debería haberse aceptado a tiempo que algunos de los funcionarios de mayor nivel del Poder Ejecutivo definitivamente no son los cuadros políticos que el país necesita en esta etapa. Que su capacidad de aporte es nula si se limita a un elogio incondicional, y que la función de un asesor no es coincidir con su jefe político, sino ser ese insecto antipático y molesto que zumba en la oreja del jefe noche y día repitiéndole, como a Julio César: “recuerda que eres humano”.

Pero no es la “pasadología” la que nos sacará del atolladero. Bastantes miles de litros de leche se han derramado ya en estos días a la vera de nuestras rutas para agregar más lamentos en esta nota.

Señora Presidenta: tome conciencia de que esta batalla ya la hemos perdido en la opinión pública. “Por ahora” (como diría el presidente Chávez), la única medida prudente es recoger los heridos, aceptar el costo político que de todas formas ya ha sido pagado, y aprender del error. Persistir sería poner en riesgo no ya una posición económica, sino la supervivencia de su gobierno. Aunque usted no desee verlo, esto es lo que está en juego hoy.
Señora Presidenta: la rectificación es necesaria, pero aunque sea dolorosa, no tiene porqué ser indigna ni vergonzante.
Por el contrario, el gobierno debe anunciar que, aún convencido de la corrección de las medidas, acepta retrotraerlas parcialmente dado que está claro que la mayor parte de la sociedad no comparte la justeza de las mismas.
Que las retenciones se retrotraen al mes de marzo, para todos aquellos propietarios cuyos campos no superen las 2.000 hectáreas sembradas.
Que siguen vigentes para los pooles de siembra, y que se analizarán durante este año -en conjunto con las organizaciones agropecuarias y con la adecuada difusión pública- las medidas a implementar a partir del año próximo.
Que dado que estas últimas medidas gubernamentales no han recibido el apoyo popular esperado, el gobierno considera necesario y conveniente rectificar también la propuesta del Tren Bala, que es otro importante punto de conflicto.
Que el gobierno ha comprendido que el progreso de un país no se mide en la “modernidad de la globalización” sino en el bienestar de sus habitantes, y que, por lo tanto, la inversión estimada para ese Tren Bala se redestinará a la financiación y reactivación de la red ferroviaria nacional, dando prioridad a las localidades y destinos productivos, con el objeto de que los pequeños y medianos productores del interior puedan abaratar sustancialmente el transporte de su producción exportable.
Que el gobierno analizará en este año el restablecimiento de la Junta Nacional de Granos y de la Junta Nacional de Carnes, que supervisen y controlen la política exportadora nacional.

Señora Presidente: Es preferible afrontar con dignidad este “retroceso político” circunstancial, que insistir en una postura que –por mal manejada- está siendo visualizada por la mayoría como soberbia e intolerante. Esta aceptación y reconocimiento, si bien no calmará a la oposición (nada lo hará), posiblemente reciba el apoyo de la mayoría del pueblo argentino y quedarán en evidencia los verdaderos intereses de aquellos que aún se opongan.

Habrá, por supuesto, otro costo político inevitable: los Macri, los Carrió, los Duhalde, insistirán frente a la población en que habrá sido su crítica “republicana” la causante del retroceso del gobierno, al que harán aparecer como “derrotado”. Pues deberemos aprender entonces –de una vez y para siempre- que, en política, subestimar al adversario es un lujo que el peronismo no puede ni debe volver a permitirse.

Deberemos aprender también que las apelaciones “de corazón” al gran capital (léase industrial, agropecuario o mediático), siempre serán respondidas –como dijera aquel ministro de Economía- con el bolsillo. Se gobierna con la razón y con el poder. Con una, se persuade y convence. Con el otro, se generan las condiciones previas que garanticen que una medida política pueda implementarse, y sostenerse en el tiempo.
Como usted bien dice, Señora Presidenta, gobernar siendo mujer es más difícil, pero se convertirá en imposible si usted misma convierte la dificultad en una muleta de género.

Y finalmente, deberemos aprender que el más peligroso hándicap que los gobernantes peronistas han concedido históricamente a la oposición antinacional es la propia complacencia. Que el “bastón de mariscal” peronista no puede comprarse, sino que se porta en préstamo, y que no tiene ningún parecido con el bastoncito que a uno le regalan cuando le ponen la banda presidencial.

Enrique Gil Ibarra - 16 de junio del 2008

8 Comentarios:

A la/s 1:31 p. m., junio 17, 2008, Anonymous Anónimo dijo...

Compañero, queria decirle que yo leo sus comentarios y siempre me parecen atinados. Pero esta vez tengo que disentir.
Primero no existe tal opinión pública, ese es un invento liberal con el cuál siempre quieren maniatar a los gobiernos.
Segundo, en los cacerolazos y protestas esta la pequeña burguesia. Al barrio al que voy yo, no a militar, si no a aprender, no se tragan esto, y claro ellos no son considerados "opinión pública" por los medios. No se si estan dispuestos a defender al gobierno, o salir a tomar las calles, pero estan conscientes de que los que estan del otro lado son "los caretas". Nada de declamaciones abstractas, ni de una crítica sistematizada, si no una sabiduría popular anclada en sus necesidades reales y concretas, y no en anteojeras idelogicas de todo cuño.
Tercero, no hemos perdido la batalla, nosotros debemos organizarnos (mejor dicho, aprender a organizarnos), y defender la democracia y las "pocas" (si y lo digo desde mi propia condición de pequeño burgues) reivindicaciones que hemos logrado.
Para finalizar, creo yo, que estoy de acuerdo con lo de que hay que mejorar la comunicación y que nos debemos un recambio de cuadros...sin más lo saludo atte.

 
A la/s 7:15 p. m., junio 17, 2008, Blogger Enrique Gil Ibarra dijo...

Lucas: no es que estemos en desacuerdo. Yo hago un análisis de la realidad que veo, más allá de mi "opinión" personal. Cuando me refiero a una "batalla perdida", no hablo de la democracia, sino de la batalla de las retenciones en la opinión pública que, por supuesto, es la de la clase media. La historia nos dice que la Argentina no se puede gobernar sin la clase media (tampoco sin los trabajadores, por supuesto).
Yo también creo en defender a ultranza la democracia. Puedo equivocarme, claro, pero creo que está en riesgo. Y no me refiero a las "conspiraciones" que inventa D'elía.
Finalmente, coincido: la prioridad es organizarse en el pueblo.

un abrazo

 
A la/s 7:40 p. m., junio 17, 2008, Anonymous Anónimo dijo...

si me permiten un comentario,somos cros que hacemos lectura de la ralidad,y sin darnos cuentas nos alejamos muy lentamente de ella,tal vez el aislamiento, o la falta de una forma organizada que nos contenga,nos encuadre y nos permita vernos ,tocarnos darnos cuenta los muchos que somos,la mucha experiencia acumulada de todo tipo,que si unimos todo esto otro seria nuestro analisis.Sin animo de critica,para cuando el encuentro en plenario abierto,activo y militante.Soy de San Martin bs as. y me pongo a su disposicion,como comentario, aqui somos 600 mil abitantes y no hubo cacerolazos.sin mas cumpa aca estoy

 
A la/s 2:37 p. m., junio 18, 2008, Anonymous Anónimo dijo...

¿Porqué unos impuestos pueden llegar a generar tanta alaraca,cuando el país está en crecimiento,cuando esa gente que "Protesta"se está viendo beneficiada ampliamente en sus ganancias por el manejo de las finanzas del país.En mi opinión,esos impuestos tan necesarios,no los afectan en nada absolutamente y,por el contrario,sirven de mucho para ayudar con el gasto social tan indispensable cuando hay tanta pobreza que atender..La verdad,para quienes estamos observando desde afuera,lo que hay en medio es un simple GOLPE de estado,con una gran similitud al formato del que se dio aquí en Venezuela.Lamentablemente,los argumentos que se se presentan como excusa,atraen a más de un pendejo incauto que creyendo estar luchando justamente,solo está siendo usado o arrastrado por las verdaderas mafias de siempre al servicio de lo más corrompido e inmundo del globo.¿Saben a quienes me refiero,verdad?Son aquellos que siempre niegan sus acciones,trabajan en las sombras,mientras te sonrien con la mayor falsedad..Ojo!!!Están advertidos.

 
A la/s 11:29 p. m., junio 19, 2008, Anonymous Anónimo dijo...

Acá hay otro ejemplo que no se nos debe pasar por encima Enrique, es acerca de alguien que se propone a si mismo como modelo de coherencia y que exige a los demas políticos que cumplan con las plataformas que la gente votó:Chapita Carrió

Carrió también proponía retenciones móviles en su plataforma electoral
Así surge del documento que presentó la Coalición Cívica ante la Justicia Electoral en septiembre de 2007. “Deberán ser previsibles y móviles”, indica el escrito. En la actualidad la ex candidata pide la derogación de un esquema similar

La titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, parece haber olvidado que durante la campaña electoral de 2007 incluyó en su plataforma electoral un esquema de retenciones móviles similar al que hoy en día critica. O al menos cambió de parecer con respecto a la política económica que debe aplicársele al sector agropecuario.

Es que en el escrito que presentó su fuerza política en la Justicia Electoral en septiembre de 2007, se prescribía la necesidad de aplicar retenciones móviles para asegurar los precios del sector y los márgenes de rentabilidad de la producción agropecuaria.

“Asegurar mayor previsibilidad en la estructura de precios relativos y en los márgenes de rentabilidad de la producción primaria, moderando la volatilidad de los mercados y las medidas cortoplacistas y arbitrarias. Para ello es preciso tomar en cuenta el conjunto de variables que intervienen, como el tipo de cambio nominal, los precios internacionales, los costos internos de producción, los rendimientos finales, los márgenes de intermediación y comercialización y la propia política tributaria. En consecuencia, la aplicación de retenciones a las exportaciones debe subordinarse al objetivo general señalado, por lo que deberán ser previsibles y móviles”.

El párrafo se encuentra en la página 80 de la plataforma de gobierno que se puede descargar haciendo click aquí o tipeando la siguente dirección en el navegador: http://www.pjn.gov.ar/cne/secelec/document/plataformas/652-1-(Microsoft%20Word%20-%202%20Coa.pdf

Curiosamente, la plataforma electoral de la Coalición Cívica que figura en la página del Poder Judicial difiere de la que se encuentra en la web oficial de la fuerza política.

La versión que se puede descargar desde http://www.coalicioncivica.org.ar menciona la problemática agroindustrial en su página 70 y en el punto 3 recomienda bajar las retenciones a la soja hasta un 25% y las de los productos agrícolas en general hasta un 20 por ciento.

Con o sin tope, en ambas plataformas la dirigente habla de impulsar un sistema de retenciones móviles al sector. A pesar de ello, esta semana Carrió y su ex compañero de fórmula, Rubén Giustiniani, hicieron declaraciones públicas en oposición al esquema de retenciones móviles que impulsa el Gobierno y hasta exigieron su derogación.

http://www.infobae.com/contenidos/387171-100884-0-Carri

“Visita” al domicilio de los siguientes legisladores
Diputados de la Coalición Civica -ARI-GEN-UPT para exigirles que cumplan con un deber Repúblicano.

ALCUAZ, HORACIO ALBERTO BUENOS AIRES
BALDATA, GRISELDA ÁNGELA CORDOBA
BULLRICH, PATRICIA CDAD. AUT. DE BUENOS AIRES
CARCA, ELISA BEATRIZ BUENOS AIRES
FERRO, FRANCISCO JOSÉ BUENOS AIRES
FLORES, HÉCTOR BUENOS AIRES
GARCIA, SUSANA ROSA SANTA FE
GIL LOZANO, CLAUDIA FERNANDA CDAD. AUT. DE BUENOS AIRES
IGLESIAS, FERNANDO ADOLFO CDAD. AUT. DE BUENOS AIRES
LINARES, MARÍA VIRGINIA BUENOS AIRES
MORAN, JUAN CARLOS BUENOS AIRES
PERALTA, FABIÁN FRANCISCO SANTA FE
PÉREZ , ADRIÁN BUENOS AIRES
QUIROZ, ELSA SIRIA BUENOS AIRES
REYES, MARÍA FERNANDA CDAD. AUT. DE BUENOS AIRES
RODRIGUEZ, MARCELA VIRGINIA BUENOS AIRES
SÁNCHEZ, FERNANDO CDAD. AUT. DE BUENOS AIRES
VEGA, JUAN CARLOS CORDOBA

Un abrazo carriotista para todos,

En Boedo , en la clínica Dharma le tienen preparada una zapie, al lado de Charly.

 
A la/s 12:29 p. m., junio 25, 2008, Blogger Enrique Gil Ibarra dijo...

Sr. Aschero: ¿le parece el lugar correcto para hacerse autobombo?

 
A la/s 1:30 a. m., julio 06, 2008, Anonymous Anónimo dijo...

Loco,m esto es estratégico. si empezamos a retroceder ahora a los forros estos no los para nadie( a mas capital mas poder politico). El proceso histórico necesita de un triunfo del oficialismo. Si decimos patria o muerte es en las buenas y en las malas. Si decimos que el gobierno nacional en este momento es un herramienta del pueblo argentino para realizar avances concretos en función de su propia liberación entoces es Cristina o muerte. Y si es Cristina o muerte entonces es retenciones o muerte. Saludos

 
A la/s 11:49 a. m., julio 06, 2008, Blogger Enrique Gil Ibarra dijo...

Concuerdo en que es estratégico, pero sé también que, más allá de los deseos tuyos o míos, es la acumulación de poder la que decide el resultado de los enfrentamientos.
Finalmente, ayer teminó la votación en diputados. Y hubo que hacer modificaciones, porque el poder acumulado no daba para imponer las retenciones sin cambios.
Lo que dige es que aprendamos para la próxima vez. Porque la habrá.

 

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