jueves, noviembre 08, 2007

Oposición

(Publicada en Chubut- diciembre del 2005)

Oposición

Fuerte, si. Vigorosa, también. Mentirosa, no.
(gorila, tampoco)

La solicitada del Comité Provincia de la Unión Cívica Radical del día de ayer martes 13 de diciembre, adolece de varios defectos, que tienen que ver con un deficiente esquema de razonamiento: Dan por hecho los autores de la solicitada, que su análisis pseudo moralista –típico de un civilizado burgués de clase alta- va a ser compartido por la mayoría de los ciudadanos chubutenses.
La realidad demuestra que esto no es verdad. Tras doce años de inoperancia, la ciudadanía chubutense –no sólo los peronistas- les retiró su apoyo, y abrumadoramente demostró compartir un proyecto político muy diferente en sus objetivos y también, como no podía ser de otra manera, en las formas.
No eran tan “educados” los militantes radicales de principios del siglo XX cuando, revólver en puño y hermanados con las masas pobres y relegadas, enfrentaban decidida y valientemente al fraude conservador.
Este radicalismo dirigencial y burocrático de ahora sí puede darse el lujo de ser “formal y cortés” porque, exceptuando al peronismo, no tiene contra quién pelearse. No tienen los dirigentes radicales de esta época enfrentamientos contra el gran capital, contra las multinacionales, contra los empresarios que “negrean” a sus trabajadores, contra los medios que responden a intereses extranjeros. El único enemigo que a través de los años han reconocido públicamente los dirigentes radicales es el peronismo. Nos han acusado sucesivamente de fascistas, “cabecitas negras”, “grasas”, nacionalistas con z, subversivos, izquierdistas, y antidemocráticos.
Para un peronista con algunos años de militancia encima, leer a un “jefe” radical acusándonos de actuar como la Triple A, es patético. Salvo honrosas y escasas excepciones, no fueron los actuales dirigentes radicales los que lloraron a sus muertos durante las dictaduras. No fueron tampoco los que lucharon contra ellas. Por el contrario, golpearon las puertas de los cuarteles para solicitar las sucesivas y nefastas intervenciones militares que ha sufrido nuestro país, ofreciéndose para ocupar los puestos que no podían conseguir mediante las urnas. Pero traidores hay en todos lados, inclusive en nuestro Movimiento, cosa que también hemos proclamado a los cuatro vientos, en dictadura y en democracia.
Es cierto, sin embargo, que muchos peronistas no somos educados. Como la mayoría de nosotros proviene de la clase trabajadora, es cierto que muchos nos “comemos” las eses, no ostentamos títulos universitarios, no tenemos “pelos en la lengua” y muchas veces somos ofensivos en la lucha por la defensa de nuestras ideas. Pero es cierto también que si hablamos de luchar por las libertades públicas, por los derechos humanos, por la justicia social, por la independencia económica y por la soberanía política, la mayoría de nosotros hablamos en serio. Y lo hemos demostrado, a través de las décadas, con presos, torturados y desaparecidos, Tal vez por todos los años de resistencia popular es que no tenemos demasiada paciencia. Que no logramos aceptar con “elegancia cortés y educada” el analfabetismo, la desnutrición, el desempleo y, por sobre todo, la complicidad con aquellos a los que sólo les interesan sus bolsillos. Por eso es que, cuando disentimos, lo decimos claramente. No usamos el subterfugio de las “convicciones democráticas” porque nosotros no las declamamos “para la gilada”. Somos la garantía de ellas.
Quizás, si los cultos dirigentes radicales se preocuparan menos por las formas y más por el fondo de las cosas, nos comprenderían mejor. Mientras algunos de ellos sigan pensando en nosotros como “negros brutos y patoteros”, no lograremos entendernos, y seguiremos llamándolos “gorilas”.
No obstante, los peronistas, hoy junto a muchos afiliados radicales, sabemos que hay un camino, y vamos a transitarlo mientras la mayoría del pueblo nos respalde, porque ésa es la única certeza que necesitamos.
No somos tibios, no lo seremos. Porque a los tibios los vomita Dios.

Enrique Gil Ibarra - DNI: 11.630.339