jueves, mayo 10, 2012

Testimonio de un suboficial que intervino en los sucesos de Trelew

Por Humberto Costantini *

Septiembre 1972

Sí señor, mucho miedo. Usted lo ha dicho bien, un miedo sucio. Y rabia, una rabia mordida. Una rabia dolor de no poderlos. Verlos así, tan ellos, tan simplemente ellos, tan vivos, tan muchachos, tan libres. Sí, bueno, sí, tan libres. Los odiábamos con todo nuestro miedo.

Por las noches hablaban. Traté de comprenderlos. Andaban. Se nos subían al sueño en grupos en bandadas. Qué se yo. Se acercaban, cantaban, me parece. Pero lo peor de todo es que se reían.

Ah, era insufrible aquella risa. Usted no sabe. Era tocarle el culo a la Marina. Así. Conocerles el miedo, destaparnos. Cómo los podríamos ver luego. Desnudos, como ranas, solos, enfermos, abombados de hambre y de palizas. No les ladraba un perro y se reían. En sueño, claro, pero se reían. Se nos reían señor. Dueños de qué se yo, conocedores. No sabían, no sabían de miedo. Nos rondaban. Nos miraban de noche. Se reían.

Por eso fue, señor, para que se callaran, para hacerlos callar, para que nunca más, para que vieran. En fila, claro, en fila los pusimos, como siempre. Gritamos el mentón contra el pecho, no fuera que miraran, no fuera que se pusieran a mirar, los insultamos, mucho, para damos coraje, ¿cómo si no?, la PAM me transpiraba de miedo en esta mano, yo no sé si quería, yo me hubiera ido, pero alguien disparó. Cayeron varios, otros ganaron los calabozos. Entonces yo me vi tirándoles, gritando para tapar el miedo, entre el olor a pólvora y los gritos, van a cantar carajo, entre la sangre, entre quejidos y los cuerpos cayendo, ríanse de la armada hijos de puta, disparábamos, las mujeres, había varías mujeres, señor, son duras de morir, las rematamos, recorrimos heridos a balazos, prolijamente recorrimos las celdas rematando, matando, se quisieran fugar, se nos Fugaron, nos trepaban al sueño, se reían se nos siguen riendo, tengo miedo.

* Humberto Costantini, (8 de abril 1924 - 7 de junio1987)