sábado, octubre 31, 2009

Otro amigo menos

Y se me murió otro amigo, de los muy pocos que me quedan. Se que esto es sentimentalismo, pero me importa un carajo. Abajo, va lo que escribió uno de los ¿cuatro? ¿cinco? de los viejos que sobreviven y que, aunque lejos (vive en España), sigue conmigo.
También se llama Enrique y él tuvo la suerte de -por lo menos- una última conversación con Héctor, un boludo incorregible, jodido y egoísta al que, por supuesto, quise mucho.



¡Chau, Loco!

Estoy muy solo, Enrique, estoy muy solo. Con esta frase abriste y cerraste nuestra conversación de hace cerca de un mes y entonces supe que algo no iba bien. Más allá del tono tembloroso de tu voz en el teléfono, el hecho de que me llamaras Enrique y no Manolo o Catorce, los apodos con que me rebautizaste hace años fue lo que me hizo despertar sospechas.
Ya me habías hablado de la mancha en el pulmón (inofensiva, dijiste) y de la operación y los estudios a los que debías someterte, pero esta vez centraste todo en un supuesto mal de vesícula. Supuesto, sólo eso. Otra mentira para ocultar la verdad.
Me cuesta escribir, Loquito, sabiendo que jamás vas a leer lo que aquí te digo, de frente, como siempre fuimos vos y yo, aunque no estés (pero estás) Me cuesta por el dolor, claro está, pero también porque no acabo de encontrar el tono del escrito.
Podría probar el tono de reproche, sobran motivos. Por irte así, sin decir nada, sin tratarte, sin luchar, sin pensar en el boquete de dolor que dejabas en los otros, por no pensar en tu madre, en tus hijos, en tus amigos, en los que te quieren, en suma, pero ¿quién soy yo para reprocharte nada? Porque a mí también me cabe parte del sayo de haberte dejado solo cuando me fui del país. Todavía hay parientes y amigos que no me lo perdonan. Como le cabe a los amigos, que un día, sin venir a cuento, dejan de llamar por inercia, nomás. Como a las ex parejas, que se quedan rumiando resentimiento y deseos de venganza, sin asumir su parte de responsabilidad en el fracaso, que la tienen, siempre la tienen, por muy villano que te pinten. Como a los hijos, que nos exigen que seamos los mejores del mundo en un oficio que carece de academias, que reclaman para sí todo el cariño y las caricias, pero que se olvidan de que llega un momento en que los que necesitamos esos mimos y caricias (una llamada, un regalo de cumpleaños o del día del padre, una invitación a un café) somos nosotros, que empezamos a ser viejos y, por lo tanto, niños de nuevo y se intercambian los roles. Como al resto del mundo, que nos exige que vivamos con arreglo a unas pautas lejanas a nuestros principios, obligándonos a tragar sapos de toda laya y tamaño sin rechistar, porque somos responsables de una familia que, a veces, asume este hecho como “normal”.
Tampoco cabe el tono laudatorio, porque a vos también te cabe el sayo de la responsabilidad en tus metidas de pata existenciales, en el cariño retaceado hacia los que te rodearon, en la celebración de rituales peligrosos para tu salud física y mental. Vos sabrás.
Y aquí estoy, escribiendo en el vacío literatura barata. Una vez, una mujer se enamoró de mí y de lo que escribía, pero se desenamoró con el tiempo y entonces le escribí una carta a corazón abierto que ella, supongo que para lastimarme, aunque tal vez con razón, calificó de literatura barata. Probablemente esto sea más de lo mismo.
En nombre de los pibes te digo que te vamos a extrañar el resto de nuestras vidas. Sí, los pibes dije, porque a pesar del paso de los años, de las canas, de las panzas, de las caries, de las heridas de guerra, todavía somos pibes por dentro y cada cierto tiempo nos reunimos a reírnos y llorar acordándonos del pasado, pero mirando de frente al futuro en la cara de esos hijos que vimos nacer juntos, ¿te acordás?
Personalmente, tendré que acostumbrarme no oír más tu exhortación lunfarda. “No te trabés, Manolo”, me decías cada vez que el trapo rojo me obnubilaba la visión cuando embestía los obstáculos con esos cuernos que ya han perdido filo, con ese ímpetu que ha menguado. “No hagás cagadas”, me decías.
Pero vos no te aplicaste el cuento, porque quién sabe cuando se trabó el casete, porque te mandaste, al final, la cagada de tu vida. Y aquí quedamos los demás, con el nudo en la garganta, como si tuviéramos una corbata invisible por dentro, solos de vos, igual de solos que vos, con las mismas taras.
Andá tranquilo, entonces. Nos veremos donde sea si hay otra vida, si hay cielo o infierno, porque no me cabe duda de que, en tal caso, iremos al mismo sitio y allí habrá un bar y beberemos ginebra con café y tus manos tembleques (como las mías) removerán los cubitos con el dedo, como solías hacer. Y discutiremos sobre política o sobre cualquier tontería y al llegar la noche nos abrazaremos con un beso y nos diremos como ahora: chau, Manolito… chau, Loco… hasta la próxima….

domingo, octubre 18, 2009

Lealtad: "DIEZ PALABRAS SIMBÓLICAS"



Por Ramón Carrillo (New York, febrero de 1955)

"La Lealtad es una cosa de la que todo el mundo habla y muy pocos la practican, por la sencilla razón de que no es una posición espiritual al alcance de todo el mundo, ni todo el mundo está preparado para ser leal.
La Lealtad es una virtud que elige sacrificio, riesgo, valentía, preocupación y cuesta además mucho trabajo. No es más que una forma superior del amor.
La Lealtad es una resultante de las diez virtudes del hombre:

1. De la SOLIDARIDAD con los humildes y desgraciados, y con todos aquellos a quienes les brinda su amistad, simpatía o afecto.

2. De la TOLERANCIA para saber perdonar al jefe, al amigo o al subordinado sus pequeños errores y defectos humanos, propios de la imperfección.

3. De la VERDAD, o sea la aptitud para sabérsele decir al amigo, al jefe o al subordinado, y decirle con la prudencia del sabio, la persuasión del maestro, la energía del hombre, pero decirla, si es que de su conocimiento el amigo puede escapar de la traición y la felonía.

4. Del CONOCIMIENTO para extraer todo aquello que permite saber por qué se es leal a una persona o a un ideal o a su patria. Con las personas hay que ser sólo consecuentes, pero hay que ser leal a lo que ellos representan o simbolizan.

5. De la LIBERTAD, porque sólo siendo independiente (y dotado de valor) se pueden afrontar las consecuencias angustiosas que tarde o temprano acarrea la Lealtad. Sólo en la Libertad se es leal sin titubeos.

6. Del AMOR, porque el amor no se conquista ni se retiene sin lealtad que, a su vez, no es más que una forma superior del amor, lo que no está al alcance de cualquier desgraciado.

7. De la FE. La fe implica la confianza, porque sólo se es leal a aquello en que se confía ciegamente.

8. De la ALEGRÍA, porque no hay mayor fuente de emoción íntima y profunda que la satisfacción del saberse leal, de no haber violado jamás la palabra dada, ni el compromiso contraído, ni el deber. Deber, palabra, compromiso, si no se cumplen, originan tristeza y angustia. Sólo la Lealtad es fuente de alegría.

9. De las UTOPÍAS. Todo idealista (un grado más allá) utopista, es forzosamente leal a sus ideales y escéptico con respecto al cumplimiento total de las utopías.

10. De la HONRADEZ. La honradez no es más que una forma parcial de la Lealtad. Se es honrado, porque antes se aprendió a ser leal; la lealtad origina la honradez humanizada e inteligente, y no la honradez estúpida y mojigata de los libros de moral. Hay que ser honrado y comprender que otros no pueden serlo, sin humillarlos y difamarlos por eso. Enseñarles y evitar que sigan la labor fácil y no crear condiciones de organización tales que estimulen la deshonestidad. Muchos son deshonestos porque la oportunidad y la tentación se les brinda todos los días. Sólo en último extremo castigar al deshonesto. Pero entonces sí, castigarlos con toda la fuerza y el poder disponible.

Mucha gente roba un pan; esa persona no es deshonesta ni un delincuente. Es un hombre."

sábado, octubre 17, 2009

Lealtad


Conquista de la patria enamorada
susurro agónico de un amor sin rumbo
suena en la historia su clamor profundo
y surge, brota, aúlla, la presencia odiada
del negro que las patas refrescaba
en una fuente oligárquica y señera
de los señores bien, que se quejaban
porque los “grasas” ensuciaban su bandera.

Llegaron desde el sur, desde el oeste,
desde las casas tristes y arrumbadas
de los barrios sin lujo y sin futuro.
Llegaron a mostrar su rostro oscuro
sus ropas pobres, su lenguaje humilde,
su ansia de vivir, su grito duro.

Vinieron persiguiendo una esperanza
abriendo un surco nuevo en el destino
regado con sudores y con sueños,
con derechos negados, con sonidos
que de tan olvidados eran ruidos.

Trajeron en sus manos una historia
que por primera vez dijo “presente”.
Convirtieron la plaza en sol ardiente
que se grabó en todas las memorias.

Y de la mano de los que comprendieron
renacidos, oscuros e insumisos,
entraron a la vida sin permiso
reclamando lo que siempre les debieron.

Forjaron de la nada tres banderas
las alzaron como dones merecidos.
De su flamear, que tantas manos sostuvieran
dan cuenta los millares de caídos.

Enrique Gil Ibarra

viernes, octubre 09, 2009

Terapia de palabra

La experiencia comunicacional y social de "La Colifata"

Por Gustavo Torres

Todos los sábados, pacientes e integrantes del hospital José Borda, a los que se suman ex pacientes e invitados, hacen una radio que nació sin apoyo institucional, sin medios técnicos ni económicos; bastó un grabador y una metodología apropiada. “El manucolifatismo esta avanzando en el mundo y no va hacer ninguna revolución, porque ya es la revolución”, afirman. Y denuncian el proyecto inmobiliario de Macri para convertir el predio en un barrio premium. Promovida e ideada por el psiquiatra Alfredo Olivera, cuando aún era estudiante, nació para ser una herramienta de comunicación entre los pacientes, para que volvieran a ser protagonistas de sus palabras.

Uno de ellos es Hugo López, un paciente de 75 años, quien hace más de cinco que es parte de radio “La Colifata”. Hugo destaca que es “una manera de entrar en contacto con la sociedad mientras uno trabaja por su mejoría clínica, contra la exclusión y contra el estigma social de la locura”. Creada el 3 de agosto de 1991, “La Colifata” es la primera emisora en el mundo hecha por internos de un hospital psiquiátrico. Además de ser un proyecto pionero, es inspirador de muchísimas experiencias internacionales: unas 40 experiencias similares en Europa y América Latina.

Sus integrantes hoy son protagonistas en videos musicales, campañas publicitarias y películas. El cantante francés Manu Chao participa en varios proyectos con los internos, y su último disco “La Colifata” fue grabado con la colaboración de los residentes del Borda. Durante abril de 2009, el famosísimo productor Francis Ford Coppola “terminó en el Borda” para rodar en “La Colifata” algunas escenas para su último film, Tetro.

En la charla con Hugo López, nos afirma que apoyan el proyecto de radiodifusión y que en “La Colifata” se abrieron debates sobre el tema para todos los presentes, incluidas las visitas. También denuncia al proyecto inmobiliario para cerrar el Borda para convertir a Barracas en barrio Premium, encarado por el actual jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.

-¿Desde cuándo estás en “La Colifata”?

-Soy uno de los viejos, viejo de edad. Hace más de 5 años que estoy en La Colifata. Tuve una primera crisis mental en 1987, y cuando estaba por sufrir de nuevo una recaída, un amigo que fue panadero del Borda me recomendó ir allá, además de sugerirme que conozca a La Colifata, le pregunté que era y me respondió que era una radio. Desde esa vez me integré y enfrenté al micrófono, después vendría la Televisión, formando parte de Colifata TV con Pedro Saborido, el que ahora está trabajando con Capusotto. Al enfrentar una cámara, un micrófono, uno pierde la coordinación, más aun cuando uno sufre alguna crisis mental, pero después vas perdiendo temor. El problema después es enfrentar el manicomio de afuera, porque adentro, al estar internado, tenés comida, techo, atención mala, pero algo tenés. Entonces afuera vos decís, y ahora de qué trabajo, dónde voy si no tengo nada, entonces te agarra miedo y te manicomializa. Si tenés alguien que te tome de la mano, te saque del laberinto, fenómeno, pero muchos no tienen a nadie se quedan internados 15 o 20 años, y después son fantasmas, se deteriora la gente, como no hay un Estado o alguien que lo proteja cuando están afuera. Ese es el problema que tiene el manicomio, que no tendría que existir, porque es algo del siglo pasado. En algunos lugares del mundo se ha avanzado con otro sistema de salud mental, con prevención y tratamiento, pero en países atrasados como el nuestro seguimos padeciendo este sistema, más aun con el recorte que esta aplicando el gobierno de la ciudad.

-¿Qué caracteriza a la radio?

-Para empezar, no hay censura para nada, cada cual opina lo que le parece, siempre con respeto, ya que no tratamos de agredir a nadie, pero hablamos sobre todos. Es una radio común, donde hay audiciones sobre política, humor, canto, poesía, sin discriminaciones y para todos.

-¿Y qué significa para ustedes este espacio de expresión?

-Una manera de comunicarnos, tanto para adentro como para afuera, ya sea por correos electrónicos, teléfonos, cartas o a través de la gente que nos visitan. Todos los sábados (14:30 hs. a 19:30 hs), 30 a 40 personas presencian el programa, vienen de muchos países. Somos más conocidos afuera, que en la Argentina. Como en España, por una publicidad que hicimos para la campana de Aquarius, dentro de ese spot salió la historia de La Colifata y eso nos hizo conocidos en casi todo ese país. Esta experiencia también fue llevada a otros países, por citar algunos: Alemania, Francia, Italia y Uruguay, en Sudamérica. Se hicieron Colifatas por todo el mundo y hace dos años hicimos un encuentro de todas estas radios. Fue una experiencia hermosa, una felicidad impresionante, se debatió sobre la salud mental, sobre la problemática del mundo, se opinó de muchos temas. Yo dije en aquella oportunidad que si los locos nos reunimos sin ningún problema, consensuamos, dimos un documento final, porqué los cuerdos cuando se reúnen no dan soluciones a este despelote que tiene el mundo. Todos aplaudieron, vamos a ver si tomamos el poder nosotros, basta de cuerdos mediocres e incapaces, quizás podemos solucionar las cosas nosotros. Y cuando vino Manu Chao en el Borda, dije: “el manucolifatismo esta avanzando en el mundo y que no va hacer ninguna revolución, porque ya es la revolución”. Así que espero que este delirio se pueda cumplir. Colifato quiere decir: persona o loco, que quiere que todo el mundo sea feliz, que no haya más pobreza, que no haya guerra, no haya miseria; ya que vivimos en un planeta que puede cubrir las necesidades de todo el mundo.

-¿Tienen opinión respecto al debate de la Ley de Medios?

-Al proyecto de nueva Ley Audiovisual lo apoyamos, porque va ser la libertad de poder informar y no de desinformar, como hacen algunas radios o canales de televisión, que facilite para que las personas tengan acceso a todos los canales de la televisión. No como ahora que hay que pagar más de 100 pesos y mucha gente no tiene ese dinero y se tiene que conformar solamente con cuatro canales. Una vez me dijo un maestro: “no se olviden que los medios de comunicación son más poderosos que la bomba atómica, que la bomba de hidrogeno, que cualquier armas de guerra más poderosa, porque es la que hace que la gente se concientice o la idiotiza”. Los grupos de poder se molestan con esta iniciativa, tienen miedo de que la gente algún día se despierte de su largo sueño embrutecido. Espero que despertemos, ya que tenemos el derecho de ser felices, no venimos al planeta a sufrir, sino a disfrutar.

-¿En esto también está la opción de recuperar la palabra?

-Claro, hay que recuperar la palabra, pero no solamente eso también hay que recuperar territorio, porque nos están sacando los territorios. La gente no tienen donde vivir, están marginados en villas miserias, mientras los otros se babean en champagne. Ahora los Altos de Barracas son codiciados para hacer negocio inmobiliario y no hay que permitir eso, pienso que la gente tiene derecho a un lugar de esparcimiento.

-¿Desde radio Colifata están denunciando este proyecto inmobiliario?

-Se lo están haciendo conocer a la gente, que esto tiene que ser un parque para que disfrute la gente, un lugar de salud, de cultura, de arte y de entretenimiento. Y debe haber un cine, un teatro, pero para la gente, no para un grupo de privilegiados. Un restaurante donde lo atiendan a la gente con discapacidad a un precio módico, que un café lo pueda cobrar a 1 peso y que la gente vaya ahí a tomar mate en ese hermoso parque lleno de árboles, eso es lo que queremos nosotros.

-¿La libertad es terapéutica?


-Un programa de salud debe ayudar para la reinserción social de los pacientes, así como se recuperó el manicomio de Trieste o el de Milán, a través de la Ley 180 que usó Franco Basaglia en Italia, un hombre que luchó contra el estigma de la locura y logró hacer una Ley. Los manicomios se transformaron en lugares dignos, para que disfrute la gente, y que los enfermos tengan una corta internación cuando tiene una crisis para después volver a la familia, a la sociedad, a ser útil y no convertirse en un andrajo o en un fantasma. Eso es lo que queremos nosotros y espero que se cumpla, porque estamos en una época especial, de cambio, muy linda de vivir para ser un autor y no un espectador. Así que tenemos ese delirio, pensamos de todo va cambiar para bien. Ante el pesimismo de la razón o ponemos el optimismo de la esperanza, eso lo dijo Franco Basaglia y me quedo en la cabeza, aunque en el barrio me dicen el degollao, porque dicen que no tengo cabeza. No importa (se ríe). Le digo a toda la gente que venga al Borda y a la Colifata y conviértanse al colifatismo, que es la única solución en este mundo.

-¿Qué significa la comunicación para los Colifatos?


-Para nosotros la comunicación es una manera de dar y recibir afecto de la gente con esperanza, a pesar de la enfermedad, la tristeza y el sufrimiento que uno tiene en una crisis. La Colifata es una radio para la salud, para curarse esta sociedad enferma.

La radio de los internos y ex-internos del Hospital José Borda queda en Ramón Carrillo 375, Capital Federal. Para sintonizar LT22 Radio La Colifata en Internet, http://lacolifata.openware.biz/index.cgia. El locutor Lalo Mir, es el presentador oficial de la emisora. Para escuchar en vivo hay que llegar en horario de transmisión, los sábados de 14:30 hs. a 19:30 hs.

Para participar de los debates, reflexión y opinión de los colifatos pueden participar los oyentes a través del foro en la página de la radio. La denominación oficial de la emisora es: Asociación Civil “La Colifata” Salud Mental y Comunicación. ¡¡Yo sé que estoy piantao!! Email: radiolacolifata@gmail.com.

miércoles, octubre 07, 2009

Petitorio para disolver la UCEP en la ciudad de Buenos Aires

A las organizaciones sociales, sindicales, políticas, de derechos humanos, ongs, legisladores, integrantes del poder judicial, personalidades e individuos:
Nos dirigimos a ustedes para transmitirles nuestra preocupación por el funcionamiento de un órgano ilegal, clandestino y violatorio de los derechos humanos, que funciona en el ámbito del gobierno de la ciudad: la UCEP.
Por este motivo el día martes 8 de Octubre, hemos realizado una denuncia judicial (en el Juzgado Criminal de Instrucción Nº 49, Secretaría 169 en la causa ya existente Caratulada. “Macri, Mauricio, Piccardo Pablo, UCEP s/Amenazas y otros delitos”), presentando como prueba cinco casos testigos donde se ve el accionar de este organismo.


(el video se puede ver en www.observatorioddhh.org.ar)

Creemos urgente poder agotar todas las instancias necesarias, para que este organismo deje de funcionar. Por tal motivo los invitamos a firmar este petitorio, que será posteriormente enviando al Jefe de Gobierno, pidiendo la disolución de la UCEP.
Atte.
Observatorio de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires.
Para confirmar la firma: observatorio@observatorioddhh.org.ar


PETITORIO AL SR. JEFE DE GOBIERNO MAURICIO MACRI
En la gestión actual, encabezada por el Sr. Mauricio Macri, y en particular desde mediados de 2008, se tomó conocimiento y se tornó mucho más visible el accionar de un grupo de empleados del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aries que actúan en horas de la noche, desalojando a la fuerza, con amenazas y golpes, a personas en situación de calle que duermen en algún lugar de la ciudad.
En octubre de 2008 se creó el organismo que le dio cobertura administrativa a este grupo de personas que actúan clandestinamente. Así, por intermedio del Decreto Nº 1232/08 de fecha 21 de octubre de 2008, se creó la UCEP, el Organismo fuera de nivel Unidad de Control del Espacio Público, que depende de la Subsecretaría de Espacio Público del Ministerio de Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la Ciudad.
Con el transcurso de los meses y acentuando su actuación en noviembre y diciembre de 2008, la UCEP se hizo famosa en la noche de la ciudad, principalmente en la zona sur, desalojando a los golpes a familias que dormían en las calles, muchas de ellas debajo de la autopista.
En sus procedimientos, la UCEP, además de agredir físicamente en forma violenta a las personas, roba todas las pertenencias de las víctimas y, en algunos casos, las arrojan en un camión colector de basura que también forma parte de estas operatorias ilegales. Por lo general, estos camiones (en algunos casos sin chapa patente que los identifique) pertenecen a empresas recolectaras de residuos contratadas por el GCBA, como es el caso de PANIZZA.
A la fecha, existen más de quince denuncias efectuadas por víctimas de la UCEP en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.
Por otra parte, está acreditado -por diversos testimonios- que la UCEP participó en otro tipo de desalojos. Entre otros se hicieron conocidos, el desalojo del inmueble en la Av. Paseo Colón 1588 ,el 27 de febrero de 2009 , el desalojo de la Huerta Orgazmizca el día 18 de mayo de 2009 en Caballito, y también se hizo conocida su intervención en el desalojo de los puestos de venta ambulante en la Costanera Sur el 16 de septiembre del corriente año.
Las conductas desplegadas por los agentes de la UCEP encuadran en los delitos tipificados por los arts. 89, 149 bis, 149 ter y 248 del Código Penal de la Nación. Esto es: lesiones, amenazas, coacción agravada e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La ilegalidad que reviste la UCEP no surge sólo de las conductas de los agentes o funcionarios del Gobierno de la Ciudad involucrados, sino también de la ambigüedad normativa que facilita esas conductas. El Decreto N° 1232/08, que creó su estructura, aloja -desde una cortina legal- prácticas delictivas. En efecto, los objetivos mencionados en el Decreto son agraviantes para un estado de derecho en tanto promueven facultades que no son propias de un organismo de estas características
La norma convierte en regla una facultad excepcional del derecho administrativo y le otorga al órgano UCEP la competencia para efectuar desalojos por medio de la persuasión, lo cual en la práctica significa directamente la utilización de amenazas y la fuerza física.
A fin de entender más acabadamente esta problemática, es importante destacar que dormir en la calle no es ningún delito, ni contravención. Es decir, esa acción no está tipificada y no puede ser perseguida penalmente ni sancionada.
El Gobierno de la Ciudad debe profundizar sus políticas de asistencia social y brindar respuesta habitacional en el espacio público para evitar su ocupación. No puede, además, violar los derechos de las personas (como su integridad o su libertad) en pos de la utilización sectorial del espacio público y el gusto de algunos ciudadanos que se sienten molestos porque otros viven en la calle.
Los problemas de la pobreza, indigencia y vulneración social no se resuelven con represión. Por el contrario, es obligación del Estado local, en cumplimiento del marco constitucional vigente, proveer los mecanismos necesarios para que las personas puedan resolver su situación de vulnerabilidad.
La forma que eligió el Gobierno de la Ciudad de intervenir sobre esta problemática lo coloca como violador de derechos humanos, con proyección de responsabilidad internacional.
El derecho internacional, nacional y local de los derechos humanos prevé obligaciones para resolver la pobreza y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene programas específicos para actuar en esta dirección, que no son dispositivos como la UCEP.
Pareciera que silenciosamente existe una decisión política de despejar al espacio público de los pobres y que esa decisión debe sostenerse aún con el costo de la violación derechos humanos, causando un retroceso institucional inédito y de suma gravedad para la Ciudad de Buenos Aires.
El modelo de seguridad que nos ofrece el actual Gobierno de la Ciudad con el ejemplo de la UCEP es represivo, discriminatorio y en perjuicio de los derechos de los más vulnerables.
Por este motivo es que los abajo firmantes, solicitamos al Sr. Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, la disolución de dicho organismo y la investigación de los hechos cometidos


Firmas
Organizaciones No Gubernamentales:
Abuelas de Plaza de Mayo
COPADI (Colectivo por la Diversidad)
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Politicas
Observatorio de Derechos Humanos de la Ciudad


Enrique Gil Ibarra (periodista-escritor - DNI 11.630.339)